Tal como sucede en la mayoría de los países, el mercado
chileno de alimentos y bebidas se encuentra concentrado en
unas pocas compañías
En el segmento de los refrescos, dos grandes compañías
mundiales se disputan la primacía. Se trata de Coca-Cola
Co., mediante sus embotelladores locales, y PepsiCo,
a través de Ecusa, filial de Compañía Cervecerías
Unidas (CCU). A finales de 2006 los embotelladores de
Coca-Cola (Polar, Andina y Embonor) captaban
el 68 por ciento del mercado, Ecusa 22 por ciento y
las marcas propias de supermercados y segundas marcas el
restante 10 por ciento.
En el terreno de las cervezas la concentración es todavía
mayor. De un mercado con un consumo anual de 33 litros per
cápita, CCU capta 86 por ciento del mismo, con sus
principales marcas Cristal y Escudo,
responsables de 53 y 18 por ciento de participación
respectivamente. El resto se lo reparte Cervecería Chile
(Quilmes de Argentina) con 12 por ciento y el
2 por ciento restante en manos de empresas menores.
En el trago nacional, el pisco, la concentración sigue
siendo la tónica dominante. CCU, a través de
Compañía Pisquera de Chile (un joint venture con
Pisco Control), maneja cerca del 49 por ciento del
mercado nacional de esa bebida, quedando la otra mitad en
manos de la Cooperativa Agrícola Pisquera Elqui (Capel).
El panorama difiere muy poco si se observa lo que ocurre
con los alimentos. La industria de las pastas es una de las
más concentradas, ya que sólo dos empresas tienen cerca del
82 por ciento de la participación, siendo el líder empresas
Carozzi, con 48 por ciento, y Tresmontes
(Lucchetti) con 34 por ciento. Les sigue la firma
Don Vittorio y las marcas propias de los supermercados.
En el rubro néctares, CCU participa con 59 por ciento
de las ventas con la marca licenciada Watt’s.
El mercado del arroz es dominado por la firma Tucapel
con 47 por ciento, siendo su principal competidor San
Cristóbal.
Menos concentrado se encuentra el mercado de los chacinados,
liderado por San Jorge el 27 por ciento de las ventas
en supermercados.