Carta Abierta
al CEO de Nestlé
Señor Paul
Bulcke:
El pasado
19 de junio fue brutalmente cerrada la planta de Helados
Nestlé de Santo Domingo, República
Dominicana, dejando a más de 200 trabajadores y trabajadoras sin
empleo.
Caracterizamos a este cierre de brutal, pues se llevó a cabo sin
previo aviso al Sindicato de Trabajadores de Helados
Nestlé (SINTRANESTED), integrante de
nuestra organización afiliada, la Federación Nacional de
Trabajadores de la Industria de la Alimentación, Hoteles,
Bebidas y Tabaco (FENTIAHBETA) de la República Dominicana.
En la
mañana del pasado 19 de junio, los trabajadores y trabajadoras
que llegaban como cada día a cumplir con su labor en la planta
de helados, fueron recibidos por fuerzas policiales de choque y
servicios de seguridad privados que les impidieron ingresar a
sus lugares de trabajo. En el estacionamiento del local les fue
informado que la fábrica había sido definitivamente cerrada. Los
representantes de la empresa hicieron varias promesas: pagar
seis meses de salario como indemnización por el despido,
mantener activo por ese plazo el seguro de salud para todos y la
posibilidad de reinserción de un 25 por ciento del personal en
otras plantas de Nestlé. Ninguna
fue cumplida.
Durante
los meses anteriores a la clausura, todo el personal debió
trabajar horas extras, ya que las cámaras fueron colmadas con
productos que aún hoy, más de tres meses después del cierre,
Nestlé sigue comercializando.
Esta
acción salvaje es especialmente indignante cuando se observa que
muchos trabajadores y trabajadoras tenían más de diez años de
antigüedad, y que entre los despedidos había personas enfermas,
mujeres embarazadas y en casi todos los casos su salario se
trataba del único ingreso del grupo familiar.
Las
condiciones del cierre y la pérdida sorpresiva del empleo no
sólo han causado graves consecuencias económicas para los
despedidos, sino que también les provocó un fuerte trauma
emocional y psicológico, ya que los cambios que sufrieron sus
vidas son dramáticos. En algunos casos, se han registrado
episodios severos de depresión y de pérdida de embarazo por
estrés y angustia.
Expresamos
nuestra más enérgica condena a estas prácticas que constituyen
una irritante violación a los derechos laborales y a los
derechos humanos, más aún cuando existe la convicción de que las
autoridades del Ministerio de Trabajo de la República Dominicana
no sólo estaban al tanto de la clausura, sino que prestaron el
concurso de las fuerzas públicas de seguridad para ejercer
presión psicológica sobre los trabajadores y, de ser necesario,
reprimirlos físicamente. Esto tiene calificativos: soborno por
un lado y complicidad por otro.
Advertimos
que esta terrible agresión contra los más de 200 trabajadores y
trabajadoras despedidos, que difícilmente encontrarán otro
empleo en un país en crisis económica y financiera, no pasará
desapercibida. En ese sentido, la UITA junto a sus
organizaciones afiliadas, no escatimarán esfuerzos en la
difusión y denuncia a nivel internacional de esta situación.
La
8º Conferencia Regional de Trabajadores de Nestlé
reunida en Buenos Aires bajo el lema “Por
una Federación solidaria y eficaz”, con representaciones
sindicales de Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, México, Panamá,
Perú, República Dominicana y Uruguay, expresó su absoluto
rechazo a la masacre moral y económica infligida por
Nestlé a los trabajadores y
trabajadoras de la planta de helados de Santo Domingo.
Asimismo,
reafirmó, junto a la UITA, que “La destrucción del trabajo
permanente se ha convertido en uno de los principales pilares de
la estrategia empresarial de recursos humanos, implementada para
financiar dividendos récord y recompra de acciones en nombre de
la ‘perspectiva de valor del accionista’. Además de sus marcas,
las empresas fabrican inseguridad. Los puestos de trabajo
precarios son una política empresarial para reducir y finalmente
eliminar el número de trabajadores/as que mantiene una relación
de empleo directa con aquellas compañías cuyos productos
fabrican y con las cuales pueden negociar términos y condiciones
de empleo. El trabajo precario es un intento de destrucción de
los sindicatos”.
Nestlé,
junto a otras transnacionales, tiene el triste privilegio de
ejercer el liderazgo en la eliminación del empleo permanente, y
el cierre de la planta de helados de Santo Domingo se inscribe
en esa estrategia que propone deshumanizar completamente a los
trabajadores y trabajadoras al considerarlos como meros
instrumentos, herramientas, máquinas al servicio del crecimiento
constante de los dividendos corporativos. La “responsabilidad
social empresarial” es una fórmula retórica, un efecto “bonito”
para el discurso, mientras que en la práctica
Nestlé aplica su “estrategia indecente”.
La 8º
Conferencia Regional de Trabajadores de Nestlé
declaró finalmente su más completa y honda solidaridad con los
despedidos en República Dominicana, y las delegaciones presentes
se comprometieron a participar activamente en la campaña de
denuncia de esta bárbara acción empresarial, comenzando con la
difusión de esta Carta Abierta el 7 de octubre de 2008, Día
Internacional del Trabajo Decente, como símbolo de nuestra
propuesta humanizadora y dignificante del trabajo.
En Nombre de la 8º
Conferencia Regional de Trabajadores de Nestlé
Gerardo Iglesias
Secretario Regional
UITA
|