El secretario
general del Sindicato Único Nacional de Trabajadores de Nestlé Perú (SUNTRANEP)
asistió a la 8ª Conferencia Regional de Trabajadores de Nestlé celebrada
recientemente en Buenos Aires, Argentina. Allí dialogó con Sirel sobre
la situación de los trabajadores y trabajadoras en las plantas de Nestlé
y acerca de la inminente huelga que estaría por declarar el sindicato.
-¿Cómo es la estructura
de Nestlé en Perú?
-En este momento Nestlé tiene dos plantas en el país,
la de Cajamarca, que se dedica al acopio de leche fresca y
precondensada, y la de Lima-D`Onofrio. Había una tercera en la
localidad de Chiclayo que fue cerrada y parte del personal -160
trabajadores de 450 que había en esa planta- fue trasladado a Lima,
ya que muchos aceptaron un despido con incentivos y otros fueron
jubilados.
-¿Qué es D`Onofrio?
-Era una empresa nacional que producía helados, chocolates y
caramelos, y que fue adquirida por Nestlé.
-¿Cuántos trabajadores
son en total?
-Unos 1.500 entre operarios de producción y administrativos.
Pero en este momento hay cinco sindicatos y se acaba de crear un sexto
con gente que fue extraída de nuestras filas.
Nestlé está
creando nuevas categorías para rebajar salarios y otorgar
incrementos salariales discriminatorios y diferenciados a
favor de un grupo de trabajadores nuevos |
-¿Por qué hay tantos
sindicatos?
-Es una realidad que no hemos logrado la unidad. Dos
sindicatos ya estaban en la empresa D`Onofrio, dos había en la
planta de Lima y otro vino con la gente trasladada de la de
Chiclayo que fue cerrada. Lo que pasa es que la empresa siempre está
promoviendo la división, prometiendo mejores condiciones para quienes
quiten un sindicato cuando éste comienza a ponerse fuerte. Y así,
manipulando la gente, va debilitando los sindicatos. Otra cosa que hace
es ir sustituyendo a trabajadores antiguos por personal tercerizado, y
lo hace ilegalmente porque según la ley peruana toda tercerización debe
contar con su local y su logística, pero en Nestlé los contratan
para que trabajen dentro de la planta.
-¿Hay muchos
tercerizados?
-Más o menos el 20 por ciento del personal.
-¿Cómo es la relación
entre el Sindicato y la empresa?
-Bastante difícil. Casi nunca nos responden nuestras notas, y
a las reuniones o audiencias nunca asisten los jerarcas sino que envían
a dos empleadas de Recursos Humanos. En este momento, por ejemplo,
nuestro SUNTRANEP se encuentra en plena negociación colectiva,
aunque otros sindicatos ya cerraron acuerdos con la empresa que, en
nuestra opinión, son negativos para los trabajadores. Es posible incluso
que en esta semana se inicie una huelga porque la empresa no quiere
discutir nuestro pliego de reclamos, sólo acepta dar aumentos
remunerativos muy por debajo de la inflación que fue del 4 por ciento.
Nestlé está creando nuevas categorías para rebajar salarios y
otorgar incrementos salariales discriminatorios y diferenciados a favor
de un grupo de trabajadores nuevos, a quienes les ofrece un 4,5 por
ciento de aumento, y al resto sólo el 2 y el 1,25 por ciento. Siendo que
los sueldos apenas llegan a 200 dólares en el mejor de los casos -apenas
por encima del salario mínimo que es de 180 dólares-, estamos hablando
de incrementos diarios menores a 1 dólar. Ellos admiten que la empresa
gana dinero, pero argumentan que si nos aumentan más los salarios
pierden competitividad con las otras empresas.
-¿Cómo evalúas este
encuentro latinoamericano?
-Es muy importante, porque estamos viendo que Nestlé
está haciendo las mismas cosas en todas partes del mundo: tercerizando,
precarizando empleos, salarios y condiciones de trabajo, quitando
beneficios laborales de los trabajadores y acaparando para sí misma las
fabulosas ganancias que reconoce públicamente lograr año tras año, pero
de lo cual prácticamente nada les llega a los trabajadores y
trabajadoras.
En
Buenos Aires,
Carlos Amorín
Rel-UITA
23 de septiembre de
2008 |
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