El Sindicato de Trabajadores
de Industrial Surindu SA fue
fundado en septiembre de
2008. Esta empresa,
propiedad de la
transnacional Nestlé, se
encuentra ubicada en la
ciudad de Guayaquil y en
ella trabajan 530 personas
produciendo galletitas.
Lucas Suárez es secretario
general del SITRAINDUS, y en
este diálogo con Sirel
relató la severa persecución
sindical que padecen.
-¿Qué problemas están
teniendo con la empresa?
-Desde que fundamos el Sindicato hemos venido luchando para
alcanzar una contratación
colectiva como debe hacerlo
toda organización sindical.
Desde el punto de vista
legal, para poder celebrar
un Contrato Colectivo
debemos afiliar al 50 por
ciento más uno del total de
los trabajadores y
trabajadoras. Nosotros
tuvimos esa cantidad
rápidamente, pero la empresa
inició una persecución
sindical tremenda y utilizó
artimañas para impedirnos el
objetivo.
La empresa no quiere un
Convenio Colectivo y tampoco
un Comité de Empresa.
-¿Cómo los boicoteó la
empresa?
-Por ejemplo, cada vez que presentamos una lista de afiliados
con la seguridad de que
reuníamos la cantidad
necesaria, automáticamente
la empresa hacía figurar en
nómina a empleados de otras
plantas, elevando así el
mínimo requerido.
También despidieron más de
100 compañeros y compañeras,
muchos de los cuales estaban
afiliados al Sindicato.
-¿Es legal inflar así la
nómina?
-Claro que no, pero como tienen la complicidad de las
autoridades de Trabajo,
hacen lo que quieren. A
pesar de ello, en diciembre
pasado le entregamos a la
Gerencia un Pliego de
Peticiones de cinco puntos,
entre ellos el reintegro de
los compañeros despedidos en
2008 y un aumento salarial
de 15 dólares diarios. Y
también reclamamos que se
levantara el circuito
cerrado de televisión que la
empresa montó dentro de la
fábrica. No recibimos
respuesta durante seis
meses, y a principio de
julio la empresa despidió a
17 trabajadores, ocho de los
cuales están afiliados al
Sindicato. Finalmente, ésa
fue su respuesta.
Nestlé tiene que
entender que los
trabajadores y
trabajadoras
tenemos derechos
y los deben
respetar. |
-O sea más persecución
sindical…
-Sin duda, y hasta hoy la seguimos padeciendo.
-¿Cuál es la actitud del
Ministerio de Trabajo?
-La de hacer la vista gorda.
-Pero, ¿no hay allí un
gobierno popular?
-Sí, pero parece que no tenemos el respaldo suficiente. En el
Ministerio de Trabajo
perdura una enorme
corrupción. Las
transnacionales son
protegidas y ellas les
niegan a los trabajadores lo
que por ley les corresponde.
Ya han ocurrido cosas
similares en otras empresas,
se ha denunciado, pero nada
cambia. Aunque estamos en un
gobierno popular no gozamos
de todas las garantías.
Nuestra situación es
desesperante, porque no
sabemos en qué momento la
empresa tomará nuevamente
una decisión drástica.
Tenemos que ponerle un freno
a esta persecución. Han
duplicado la guardia de
seguridad
-¿Y además tienen circuito
cerrado de televisión? ¿Para
vigilar al personal?
-Claro. Ellos dicen que es porque en la empresa circula
droga, pero las cámaras
están en el sector de
producción. Nos revisan a la
entrada y a la salida, y a
nosotros nos afecta porque
nos hacen sentir como
delincuentes. Nestlé
tiene que entender que los
trabajadores y trabajadoras
tenemos derechos y los deben
respetar.
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