La
República de Indonesia, ubicada en Asia, alejada
geográfica y culturalmente de América Latina, tiene más de
240 millones de habitantes y su territorio es un
archipiélago compuesto por 17.500 islas. Allí, al igual que
en América Latina, opera Nestlé.
Esta
transnacional es la principal empresa de
alimentos del mundo y pregona la libertad de derechos en sus
principios escritos, habla de “respetar
el derecho de los empleados a constituir organizaciones de
representación y a afiliarse –o no– a sindicatos,
siempre que este derecho sea ejercido libremente, y mantener
un diálogo constructivo con estas organizaciones".
En Panjang, Indonesia,
en el marco de la prosperidad de la empresa, se contratan
trabajadores. La empresa entrega dos documentos al ingresar
al empleo: el contrato laboral y una solicitud para
afiliarse a FKBNI.
Indonesia sufrió
décadas de dictadura autoritaria, siendo una de sus consecuencias
directas, la corrupción del sistema jurídico. Hasta el
Banco Mundial considera imposible un juicio justo en ese país.
Otra consecuencia es que la estabilidad laboral es algo
prácticamente inexistente, que genera gran inseguridad en la
población activa.
En este marco, en diciembre
de 2007, Nestlé trasladó a 12 trabajadores y
trabajadoras de Panjang a un lujoso hotel de Yakarta,
muy lejos de su ciudad natal, para que ayudaran a fundar
FKBNI. El
momento escogido no fue una coincidencia, fue en ese momento
que la organización de trabajadores de Nestlé
Indonesia - Panjang
(SBNIP) afiliada a la UITA,
había solicitado negociar cambios muy necesarios en el
Convenio Colectivo. El 2007 fue un año de superinflación en
los precios de alimentos y otras necesidades básicas. El
SBNIP quería negociar los salarios como parte del
proceso de negociación colectiva e incluir la escala
salarial en el contrato de trabajo, juzgando que ello es un
derecho fundamental.
La gerencia de Nestlé
sostiene que los salarios eran un "secreto comercial". Los
miembros de SBNIP fueron presionados a afiliarse a
FKBNI. Se falsificaron las firmas en los documentos de
afiliación. Representantes de la empresa visitaban a los
miembros de SBNIP en su casa, donde les explicaban
los Principios Comerciales Empresariales y la adhesión de
Nestlé al Pacto Mundial de Naciones Unidas. A otros los
trasladaron y los colocaron bajo vigilancia de video. Las
solicitudes de subsidios educativos de los miembros de FKBNI
son aprobadas; las solicitudes de los miembros de SBNIP
son rechazadas "por razones administrativas".
El año pasado, la UITA
efectuó una presentación en nombre de SBNIP ante el
Punto Nacional de Contacto de Suiza para la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE),
cuyas Directivas para Empresas Multinacionales requieren que
las compañías transnacionales cumplan las normas reconocidas
a nivel internacional, como los derechos humanos y los
derechos sindicales. La presentación señalaba infracciones
fundamentales a las Directivas e instaba al Punto Nacional
de Contacto a posibilitar auténticas negociaciones
colectivas en Nestlé Indonesia.
En tanto que el gobierno
suizo tramitaba la presentación, la dirección empresarial de
Nestlé se dirigió a la corte laboral local para
imponer un Convenio Colectivo. De manera previsible, la
corte laboral emitió un ultimátum: el sindicato debía
someterse al Convenio Colectivo propuesto por Nestlé
o volver a un convenio aún más antiguo y firmar en el plazo
de 15 días. El Convenio impuesto no es otra cosa que una
prórroga del vigente, no hay negociación salarial, ni
información sobre la escala salarial, que sigue siendo un
"secreto".
Nestlé ha "concedido"
ahora que podría estar dispuesta a negociar salarios en el
2010, pero insiste que primero SBNIP debe firmar la
"propuesta" 2008-2009 de la compañía y que FKBNI –la
organización que creó y fomentó para destruir a SBNIP–
sea incluida en el proceso. Mientras tanto, la gerencia
ejerce presiones diarias
–Nespressure– sobre
SBNIP.
Las presiones de Nestlé sobre los trabajadores y
trabajadoras de Nestlé en Panjang son
permanentes y perjudiciales; no solo debilitan a la
organización sindical local sino a las organizaciones
sindicales en todo el mundo. Es imprescindible la
solidaridad mundial entre trabajadores y trabajadoras para
contrarrestar esta “Nespresión”.
Para solicitar
a Nestlé que negocie con sus trabajadores, todos
podemos adherir a la Campaña Internacional de la UITA
mediante la cual se envía un mensaje a Paul Bulcke, Frits
van Dijk, Jean-Marc Duvoisin, Nigel Isherwood y
Arshad Chaudhry, quienes constituyen la plana mayor a
nivel internacional, regional de Asia e Indonesia.
La campaña reclama fundamentalmente el derecho a negociar
salarios, a la información para ello y la defensa del
sindicato auténtico de los trabajadores y trabajadoras, y
exhorta a Nestlé a negociar de buena fe.