Mientras la casa matriz italiana analiza el perfil de los grupos que manifestaron interés formal por adquirir los activos de la Argentina, un grupo de empresas alimentarias esperan que esa línea se venda por separado.

El proceso de venta de Parmalat Argentina podría diversificarse en dos etapas: por un lado, los activos lácteos. Y por otro, la procesadora de tomates.

La versión comenzó a circular a pocas horas de que Parmalat Italia anuncie quiénes son los grupos que calificaron para ofertar por el paquete accionario de sus activos en la Argentina.

Según pudo saber Infobae, esta alternativa se estaría analizando en la casa matriz por dos razones. En principio, por el interés residual en la planta de tomates que habrían manifestado los grupos interesados. Y por otro, el aumento de consultas por parte de empresarios que operan en el negocio del tomate a nivel local. Estos últimos estarán esperando que se anuncie la diversificación de la venta para ofertar por la planta que posee Parmalat en la localidad de Darwin, en la provincia de Río Negro.

“Lo que interesa es la marca, no tanto la planta, ya que la mayoría de los productores de tomates tienen capacidad ociosa en sus instalaciones”, destacó una fuente vinculada a las negociaciones.

Frente a esto, serán los accionistas de Parmalat, y en segunda instancia, la Justicia italiana, quienes tendrán la última palabra, según destacó a Infobae una fuente de la consultora KPMG, encargada de vender los activos de Parmalat en la Argentina y en Uruguay.

Lo que se dice en el mercado es que los que están hoy en carrera por el paquete global no están dispuestos a pagar demasiado por la planta de tomates. Por lo que diversificando la venta la ecuación podría ser más rentable para todas las partes.

“Me interesa muchísimo”, admitió a Infobae Luis Pallaro, presidente del Grupo Pallaro Hnos., abastecedor principal de insumos para McDonald’s (hamburguesas, tomates, lechuga, helados).

El empresario está comenzando a desarrollar en Salta el negocio de tomates y especias. La idea es comprar los tomates a los productores e instalar una planta procesadora en la zona. “Podría comprar la de Río Negro, desmontarla y ponerla a funcionar en Salta”, analizó el empresario en voz alta.

Además de Pallaro, los potenciales interesados en comprar esta unidad de negocios serían Arcor (Arcor, Noel), Unilever (Cica, Purecica y Arisco), Cartellone (Molto, Meglio, Molino Rojo), La Campagnola (La Campagnola, Vendimia); Camino (Alco) y Marolio.

El interés de estas firmas no radica en la planta misma, sino en la posibilidad de sumar una marca “atractiva” a su patrimonio.

Si bien en la Argentina hay alrededor de cincuenta industrializadores de este fruto, el 70% del mercado lo acapara el puñado de empresas anteriormente mencionadas.

Del total producido en el país, que no alcanza el 2% del total mundial, 70% es puré de tomates, y casi un 20% peritas. El resto son extractos, jugos y derivados.

Infobae.com

7 de junio de 2004