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Trabajadores de Parmalat
en la embajada de Italia |
En la mañana
de hoy, una delegación representativa de las fuerzas
vivas de la ciudad de Nueva Helvecia (130 kilómetros
al Oeste de Montevideo), integrada por Pablo Farías,
Secretario del Sindicato de Obreros y Funcionarios de
Parmalat S.O.FU.PAR, Rubén Yennerich, Pastor de la
Iglesia Evangélica del Río de la Plata, Alejandro
Guerra, por la Comisión Permanente y Ariel Celiberti
por la Unión Internacional de Trabajadores de la
Alimentación (UITA) fueron recibidos por el señor
Embajador de la República de Italia ante Uruguay, Don
Giorgio Malfatti di Montetretto, junto a su primer
secretario, Carlo Romeo, en su sede diplomática.
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De izquierda a derecha:
Carlo Romeo, Ariel Celiberti, Pablo Farías,
Alejandro Guerra, Giorgio Malfatti di
Montetretto y Rubén Yennerich. |
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En la oportunidad se hizo entrega de una misiva
dirigida al gobierno italiano, en la persona de su
Ministro del Trabajo y Política Social, Dr. Roberto
Maroni, en que se solicita su intervención para
considerar entre las mejores ofertas por la compra de
la filial de
Parmalat Uruguay, aquella que
contemple el funcionamiento de la única planta
industrial de la empresa, sita en la mencionada ciudad
de Nueva Helvecia, y mantenga así los actuales puestos
de trabajo.
Así como
Parmalat es empresa emble-mática para
su ciudad natal Parma, en Italia, también lo es para
esta ciudad en Uruguay, representando el pulmón de
Nueva Helvecia.
La desaparición de la planta industrial de
Parmalat
sería como borrar del mapa dicha ciudad en la
cual viven cerca de 13 mil personas, de las cuales
casi la mitad, a través de distintos servicios,
depende directa e indirectamente de la existencia de
esta empresa.
En los días en que se define la venta de
Parmalat
Uruguay por parte del gobierno de Italia, se
define el futuro de cientos de familias que ven
peligrar su estabilidad laboral por causas de la
inmoralidad de contados empresarios italianos que hoy
pagan este desastre con prisión domiciliaria.
Los trabajadores de
Parmalat Uruguay, agradecieron al embajador italiano, su
deferencia y solidaridad, y aguardan la mayor
sensibilidad del caso de las autoridades del gobierno
italiano para un final feliz.
Rubén Yizmeyián
© Rel-UITA
6 de julio de 2004