La posible concreción de la venta de la empresa fue
comunicada por Jorge Gutman, el principal directivo de
la firma, a su regreso a Montevideo el jueves 22 desde
Italia. Gutman, que ya se reunió con los trabajadores
de la empresa en la capital y hará lo propio la semana
próxima con los que laboran en la ciudad de Nueva
Helvecia, en el occidental departamento de Colonia,
retornó a Uruguay pocas horas después que el gobierno
italiano diera a conocer su plan de reestructura de la
compañía.
Según dijo Farías a
SIREL, entre las empresas que habrían manifestado
intención de adquirir la filial uruguaya de
Parmalat figuran el grupo mexicano
Lala,
el danés
Lactosan y la firma nacional
Conaprole.
El miércoles 28 una delegación de Lala, que acaba de
comprar la filial de
Parmalat
en su país, llegaría a Uruguay.
Farías participó, entre el jueves 15 y el viernes 16
en San Pablo, en un encuentro de delegados de todos
los sindicatos de trabajadores de la transnacional en
Brasil, invitado por la
Secretaría Regional de
la UITA. Paralelamente, se entrevistó
con el ministro de Trabajo y Seguridad Social de
Uruguay, Santiago Pérez del Castillo, quien enviara
una nota a su par italiano preocupado por el futuro de
los trabajadores de
Parmalat en este país una vez que la firma se venda.
-Pablo, ¿podrías hacer una síntesis del encuentro de
San Pablo?
-Nos fue útil por los contactos realizados y por las
informaciones que recabamos. Nos reunimos con la
CONTAC
y con su presidente, el compañero Siderlei Oliveira,
así como con el secretario general de la
Central Única de
Trabajadores de Brasil.
Al encuentro asistió Nelson Bastos, actual presidente
de la filial brasileña, a quien los compañeros le
plantearon comenzar las negociaciones con los
trabajadores. Bastos se negó, manifestando que tenía
voluntad de diálogo pero no de negociación. En su
exposición en el encuentro, que duró unos 20 minutos,
explicó que
Parmalat Brasil no se vende, que
continuará trabajando con sus actuales 3.290
empleados, y que tendrá total independencia de la
matriz italiana. Sus principales acreedores serán sus
accionistas. Hoy la empresa produce el 40 por ciento
de lo que generaba antes del Parmacrack de diciembre
último.
En San Pablo se anunció la creación de un sindicato
internacional de trabajadores de
Parmalat,
primero a nivel de toda Sudamérica para en una segunda
instancia unirnos con los compañeros de Europa. Allí
estaremos también nosotros.
Mi exposición se basó en una reseña histórica de la
empresa en Uruguay y de la importancia social que para
la zona donde está ubicada tiene la planta industrial
de Parmalat.
Hablé de la variedad y de la calidad de los productos
que elaboramos, en un 30 por ciento para consumo
interno y en un 70 por ciento para exportación, y
realicé un detallado informe de la situación actual y
de nuestras movilizaciones.
Cabe destacar que más allá de quienes acceden a la
página web de la
UITA,
en Brasil no existe información de lo que sucede con
la empresa y con nosotros.
-El miércoles 22 el SOFUPAR celebró una asamblea.
¿Cómo se desarrolló?
-Tuvimos una muy buena concurrencia, si partimos de la
base de que en la planta se trabaja en tres turnos
diarios y no se para en ningún momento, sumado a que
un gran porcentaje de los compañeros son de ciudades
aledañas. En un gran clima de camaradería informamos
de los últimos pasos dados y del viaje a Brasil, entre
otras cosas.
Encontramos en la gente un mayor grado de conciencia
acerca de la importancia que tienen estos próximos
días para el futuro de cada uno de nosotros, que
nuestro trabajo cuelga de un hilo y que si no estamos
juntos no lograremos nada. Pese a todo, muchos
compañeros aún no perciben eso.
-¿Hubo resoluciones de importancia?
-Sí. La primera y fundamental, con la aprobación de
todos los compañeros menos uno -que se abstuvo- fue
solicitar la afiliación a la
Unión Internacional de
Trabajadores de la Alimentación (UITA),
organización sindical que nos ha dado un apoyo total
sin pedir nada a cambio. El segundo punto fue
contactar a los compañeros de Montevideo para trabajar
hacia la ansiada fusión y poder contar con un
sindicato único a nivel nacional. Les planteamos que
se afilien a nuestro sindicato -SOFUPAR-
y que se respete nuestra actual directiva hasta mayo,
cuando se realicen las próximas elecciones gremiales.
Mientras tanto, iremos haciendo las modificaciones
correspondientes de estatutos y reglamentos para que
los compañeros de Montevideo puedan integrar las
futuras directivas. Ellos se reunirán en asamblea y
resolverán al respecto. Por lo pronto, nos comunicaron
los contactos que han iniciado para entrevistarse con
el Presidente de la República, Jorge Batlle, y con los
candidatos presidenciales Tabaré Vázquez, de la
izquierda, y Jorge Larrañaga, del Partido Nacional (de
centroderecha) para plantearles la situación y buscar
su compromiso.
Quisiera, en el final, resaltar el agradecimiento a la
Regional
Latinoamericana de la UITA, que nos
contactó y financió este viaje a San Pablo haciéndonos
sentir que no sólo estábamos representando al
SOFUPAR
sino a todos los compañeros de la Secretaría en
Uruguay.
Rubén Yizmeyián
© Rel-UITA
23 de julio de 2004
* Secretario del Sindicato de Obreros y
Funcionarios de Parmalat (SOFUPAR).