A menos de diez días de concretarse la venta de Parmalat Uruguay, el ministro de Trabajo, Santiago Pérez del Castillo, envió una misiva a su par italiano, Roberto Maroni, manifestándole su preocupación por el futuro laboral de los 410 trabajadores de la empresa. 

El secretario del Sindicato de Obreros y Funcionarios de Parmalat (SOFUPAR), Pablo Farías, reclamó que el gobierno tome cartas en el asunto.

El envío de la misiva fue a iniciativa de los propios trabajadores, nucleados en el Sindicato de Obreros y Funcionarios de Parmalat (SOFUPAR), quienes se reunieron con el embajador de Italia en Uruguay quien, a su vez, les solicitó que intermediara el gobierno uruguayo a través del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Con fecha 13 del corriente, el titular de esta cartera de Estado, Pérez del Castillo, cursó una misiva a su homólogo italiano, Roberto Maroni, donde expresa que "Estando a instancias de definición la venta de la empresa Parmalat Uruguay, nos dirigimos a usted para hacerle conocer nuestra preocupación por el destino de los 410 empleados pertenecientes a la misma".

La carta agrega que la crisis que atraviesa la empresa láctea en Uruguay, originada tras el crack financiero de la casa matriz en Italia "determinó que en el mes de abril se constituyera y se aprobara la creación de un fideicomiso respecto de los productores remitentes de leche, para salvaguardar la continuidad de la empresa hasta que se concrete el negocio comercial. Los trabajadores han quedado excluidos de ese fideicomiso".

Pérez del Castillo hizo hincapié en que la empresa constituye "el emblema" de Nueva Helvecia "con una población de 13.000 personas de las cuales 6.000 dependen directa o indirectamente de la existencia de la planta industrial".

"Por lo expuesto y en un momento de instancia en la que se está bregando por la generación y el mantenimiento de los puestos de trabajo, considerando que la resolución final del mejor oferente está en vuestras manos, exhorto tome en cuenta la oferta que mejor contemple esta aspiración", expresó el ministro de Trabajo.

TRABAJADORES PREOCUPADOS

El secretario del gremio, Pablo Farías, señaló a La República: "Nos preocupa enormemente cuál será nuestro destino porque, como es costumbre en nuestro país, las negociaciones no incluyeron a los trabajadores. Se hicieron de espaldas, sin darnos participación ni preguntarnos nuestra opinión".

El sindicalista agregó que se desconoce la cantidad de oferentes ya que el tema se ha mantenido en secreto, al menos para los trabajadores.

La crisis regional de la transnacional italiana llevó a que hace unos días en San Pablo se realizara un encuentro entre los trabajadores de Parmalat Uruguay y Brasil, organizado por la Confederación de la Alimentación y la Central Única de Trabajadores (CUT) de ese país.

"La diferencia que ellos tienen es que Parlamat Brasil dejará de ser dependiente de Italia y los dueños serán los acreedores, como el Banco de Brasil. En ese país existe una comisión, integrada por los ministerios de Trabajo y de Economía. Es decir, que el gobierno tomó cartas en el asunto. Lo mismo ocurre en Argentina, donde sigue adelante el proceso de venta pero el gobierno participa de las negociaciones.

En Uruguay nuestra comisión es el sindicato y las fuerzas vivas de Nueva Helvecia", afirmó Farías.

DE LACTERÍA A PARMALAT

El grupo italiano adquirió la empresa Lactería en 1993, pero desde diciembre del año pasado, cuando la casa matriz de Parmalat en Italia quedó al borde del quiebre debido a maniobras fraudulentas por parte de varios de sus directivos, los trabajadores de las sucursales en América Latina –entre ellas Argentina, Brasil y Uruguay– vieron con incertidumbre su futuro laboral.

El hecho ameritó que el gobierno italiano interviniera la empresa, nombrando como interventor a Enrico Bondi, quien es el encargado de reestructurar Parmalat a nivel mundial. Bondi fue quien decidió la venta de Parmalat Uruguay.

Parmalat Uruguay no fue ajena a la crisis económica, razón por la cual la auditora internacional KPMG, encargada del proceso de venta de estas sucursales, envió a un funcionario para decir la suerte de los trabajadores uruguayos.

En Uruguay la empresa adeuda U$S 30 millones, cifra similar al precio de venta de la planta, según las estimaciones de la auditoría. Actualmente procesa 400 mil litros de leche por día, posee el 17% de este producto del total del mercado interno y el 25% en materia de yogures. Del total de la producción, un 30% está destinado al consumo interno y el restante 70% a la exportación.

Por Nelson Díaz

Diario La República

20 de julio de 2004