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La empresa, propiedad de PepsiCo Snacks, se muestra totalmente 
antisindical. Sin disimulo amenaza y hostiga a los trabajadores 
que osan acercarse al Sindicato.
 
 
  
Sirel 
conversó con Alexander Mosquea, secretario general del
Sindicato Nacional de 
Trabajadores de Fritolay Dominicana (SINTRALAYDO), quien 
mencionó que la compañía ha cerrado el cerco en torno a los 
trabajadores organizados. “Recientemente despidieron al 
compañero Domingo Peña, con diez años de labor 
ininterrumpida en la empresa, sin justa causa. Domingo 
fue uno de los que denunció la política persecutoria de 
Fritolay”, señaló. 
  
Además de este tipo de medidas 
abusivas, la gerencia utiliza una serie de artimañas entre las 
que se destaca, la entrega de productos con fecha de vencimiento 
no mayor a 15 días, no tolerando que los trabajadores de la 
distribución retornen mercadería vencida si no pueden venderla 
en ese tiempo. “Hay compañeros que ponen dinero de su propio 
bolsillo para pagar el producto vencido, por temor a perder su 
empleo. La presión es terrible”, enfatizó Mosquea. 
  
El SINTRALAYDO viene 
denunciando esta situación desde hace un año a las autoridades 
competentes sin lograr ningún tipo de respaldo.  
  
La compañía además de hostigar y 
perseguir a los trabajadores que se quieren organizar, utiliza 
todo el poder a su alcance para impedir que el Sindicato 
presente un proyecto de Convenio Colectivo de Trabajo factible 
de ser negociado, bajo el argumento de que no llegan al número 
mínimo de trabajadores en planilla como lo exige la legislación 
laboral en República Dominicana. 
  
“Lamentablemente el Ministerio 
de Trabajo, hasta este momento se puso del lado de la 
transnacional -agregó Mosquea- sin tener en cuenta los 
derechos de los trabajadores, sin considerar los abusos por 
parte de esta compañía que no solamente paga mal a sus 
trabajadores sino que además vulnera un derecho básico como es 
organizarse para mejorar sus condiciones laborales”, enfatizó el 
dirigente. 
  
El SINTRALAYDO busca 
ahora denunciar esta situación internacionalmente como forma de 
presionar a que la compañía acepte la organización. 
“Contamos con la Rel-UITA 
para difundir las malas prácticas de Fritolay”, finalizó.
 
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