La empresa Perdigão recibió recientemente una multa de
US$ 250 mil de la Agencia Ambiental del Estado de Goiás
y otra de US$ 3,5 millones del ayuntamiento de Río
Verde, también en el estado de Goiás, región
centro-oeste de Brasil. Una falla en el sistema
de bombeo en la unidad industrial de la empresa en el
municipio causó la contaminación de un manantial del
arroyo Abóbora, donde ocurre la captación de agua para
la red de abastecimiento público de la ciudad. La falla
comprometió al abastecimiento de agua de la población y
detritos de origen animal, como gordura y pellejo,
fueron arrojados al río.
El problema se agravó porque Saneago, la empresa
responsable por el tratamiento de agua, fue avisada sólo
cinco horas después del accidente y no consiguió
interrumpir el abastecimiento a tiempo. La secretaría
municipal de Medio Ambiente estima que aproximadamente
90% de la población de la ciudad ingirió esa agua, pues
constató el aumento de casos de infección intestinal
después de la contaminación. La Saneago, que
también fue responsabilizada y tendrá que indemnizar a
la población, promete exigir resarcimiento judicial de
la Perdigão.
En 2005 la empresa ya había causado un derrame en el mismo
arroyo y fue notificada por el Ministerio Público. Según
la fiscalía de medio ambiente del municipio, hasta hoy
la investigación instaurada en aquella época no fue
concluida. El problema es la dificultad de
fiscalización, porque existen sólo dos fiscales del
órgano para realizar pericias como esa.
Por Silvia Adoue
Radioagencia NP
9 de octubre de 2007