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Sindicato de Trabajadores
de la Industria
de la Bebida y
Similares |
Compañeros:
Como trabajadores, al contrario de lo que
publicita la empresa, sostenemos que las
conquistas y nuestros salarios en la
Cervecería Hondureña no son regalo de
ninguna de las cinco transnacionales que han
sido dueñas de la empresa, son producto de 53
años de lucha sindical, de largas jornadas
diarias de trabajo, de la eficiencia para operar
tecnologías de punta en la producción y de
nuestra especialización para vender con sistemas
de alta productividad en camiones de tipo
pesado. Nos enorgullecemos de ser trabajadores
productivos y no parásitos, tenemos vergüenza,
tenemos dignidad.
La nueva dueña de la Cerveceria es la
SABMiller, de Sudáfrica; ocupa el
tercer lugar en el mundo y, unida a la Coca
Cola, no permite sindicatos en cuatro de los
seis países en los que opera en Latinoamérica,
abusa del empleo temporal y la tercerizacion de
operaciones para impedir la sindicalización,
precarizar el trabajo y aumentar sus beneficios.
Al oponerse a esas políticas, el STIBYS
es para esas transnacionales un objetivo a
destruir.
En 2003 firmamos el último Contrato Colectivo, y
en ese año la empresa obtuvo ganancias netas por
144 millones de Lempiras (8 millones de
dólares). Pero en 2004 sus ganancias netas se
elevaron a 659 millones de Lempiras (35 millones
de dólares), en 2005 a 942 millones de Lempiras
(51 millones de dólares) y en 2006, incluyendo
las subsidiarias, llegó a 1.090 millones de
Lempiras (59 millones de dólares). El capital de
la empresa era en 2005 de 1.715 millones de
Lempiras (92 millones de dólares).
Ese salto en las ganancias de la SABMiller,
desde 2003 a los años posteriores, se debe a:
1) la sobre explotación del trabajo
asalariado combinada con: el cierre del
Tizatillo en Tegucigalpa, reajustes de personal,
concentración del trabajo en menos trabajadores,
centralización de la distribución y ventas,
largas y extenuantes jornadas de trabajo,
tercerizacion y uso de trabajadores temporales
para precarizar el trabajo, incumplimiento del
Contrato Colectivo, apertura de muchos depósitos
particulares para sustituir trabajadores
permanentes, nuevas tecnologías en producción y
distribución, y 2) los aumentos de las
ventas y precios de los refrescos y cervezas.
Desde julio de 2006 estamos negociando con la
SABMiller para que cumpla el Contrato
Colectivo de 2003 y mejore las condiciones de
trabajo y salarios; pero la intransigencia
patronal hizo que fracasaran las Pláticas
Directas, la Mediación y la Conciliación. Según
la ley, la etapa que sigue para resolver el
conflicto es la huelga.
Enmarcados en el Artículo 551 del Código del
Trabajo, el propósito de la huelga es:
a)
Restablecer el equilibrio en las relaciones
obreros patronales, desequilibradas por la
impunidad con que la empresa ha incumplido el
Contrato Colectivo firmado en 2003. De no lograr
ese equilibrio, la SABMiller continuará
irrespetando a los trabajadores hondureños,
incumpliendo el nuevo Contrato Colectivo para
que la próxima negociación colectiva ya no dure
año y medio sino dos o más años;
b)
Establecer un salario mínimo del nivel
solicitado por el sindicato para la VI categoría
de trabajadores por hora;
c) Que la empresa cumpla la cláusula 65 y pague a
los vendedores y ayudantes de las rastras el
mismo sueldo base y comisión de los demás
vendedores y ayudantes cuando atienden
detallistas y depósitos. Por el mismo tipo de
trabajo, vender a depósitos y detallistas, la
empresa está pagando menos salario;
d) Que la empresa cumpla con la cláusula 65 y el
párrafo segundo de la cláusula 70 para que en
Cocimiento de Jarabes y Cerveza, los tipos de
trabajo por hora, que la empresa cambió a
mensuales, y de confianza, retornen a ser
pagados por hora;
e) Que la empresa cumpla las cláusulas 13 y 65 para
que los Choferes de Patio, Operadores de
Montacargas y Ayudantes de Bodega de todos los
Centros de Distribución sean trabajadores
permanentes;
f) Que la empresa conceda el aumento de salarios
solicitado por el Sindicato, que se enmarca en
la capacidad de la empresa y en las
disposiciones constitucionales que mandan: “El
sistema económico de Honduras se fundamenta en
principios de eficiencia en la producción y
justicia social en la distribución de la riqueza
y el ingreso nacionales, así como en la
coexistencia armónica de los factores de la
producción que hagan posible la dignificación
del trabajo como fuente principal de la riqueza
y como medio de realización de la persona
humana”. “La persona humana es el fin supremo de
la Sociedad y del Estado. Todos tienen la
obligación de respetarla y protegerla.”
Junta Directiva Central del STIBYS
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