Tyson Foods, S.A.
se ha establecido en Brasil tras comprar tres fabricas
procesadoras de aves como parte de su plan de
penetración en el mercado europeo.
En
Yotube puede verse un video con el himno brasileño
de fondo, titulado Tyson Foods, bienvenida a Campo
Mourao – Brasil. Es que la transnacional
estadounidense acaba de desembarcar en Brasil con
la compra de tres empresas: Macedo Agroindustrial,
Avícola Itaiópolis (Avita) y Frangobras1;
las dos primeras situadas en el estado de Santa
Catarina y la tercera en el estado de Paraná,
ambos en el sur del país. Tyson Foods compró la
totalidad de las empresas Macedo y Avita y
adquirió el 70 por ciento de Frangobras. Dado que
las tres compañías están integradas verticalmente, podrá
crecer tanto en Brasil, como internacionalmente
en Europa.
“Nuestra
inversión en estas compañías es parte de nuestra
estrategia internacional, dado que Brasil a
escala mundial es líder en la exportación de pollos y
tercer productor detrás de Estados Unidos y
China”, declaró Rick Greubel, presidente
internacional de Tyson Foods. Según Greubel,
el consumo promedio anual per cápita de pollo en
Brasil es de 36,7 kg., mientras que el
estadounidense llega a 45,0 kg. y enfatiza: “Además,
nuestras operaciones en Brasil nos darán acceso
importante a los mercados que corrientemente compran
poco o casi nada de pollo a Estados Unidos”.
Para
Tyson, Brasil es la puerta de entrada al
mercado europeo, porque los productos cárnicos y
avícolas estadounidenses actualmente están vetados en
Europa por razones políticas. De las firmas
adquiridas, Macedo Agroindustrial envía el 50 por
ciento de sus exportaciones a Europa y África,
Avita se dedica al mercado interno brasileño y
Frangobras exporta el 70 por ciento de su producción
al mercado europeo. Para los próximos dieciocho meses
Tyson anunció una inversión de 200 millones
de dólares para expandir las operaciones y producción de
las tres plantas, pretendiendo que operen en dos turnos
y que pasen de la actual producción diaria de 261 mil
aves a 816 mil. También circulan comentarios de que
podría construir una nueva planta.
Tyson
Foods
fundada en 1930, procesa actualmente 9
millones de pollos diariamente. Se estima que un cuarto
kilo de cada kilo de pollo y de carnes rojas (incluyendo
cerdo) que se consume en Estados Unidos es
producido por Tyson. Sus ventas se desglosan así:
47 por ciento de carne bovina, 31 por ciento de carne de
pollo, 12 por ciento de carne porcina y 10 por ciento de
alimentos preparados. Cuenta con 130 plantas
procesadoras y 104.000 empleados y el año pasado facturó
26.900 millones de dólares.
Las
organizaciones afiliadas a la UITA en Estados
Unidos tienen desde hace años serios problemas con
Tyson, especialmente por su desconocimiento del
derecho a la sindicalización. La compañía cuenta con un
negro historial, en el cual figura el contrabando de
inmigrantes sin papeles -35 por ciento de sus empleados
son hispanos-; frecuentes accidentes de trabajo, varios
de ellos mortales; trabajo infantil, agravado por el
hecho de que generalmente se realiza en horario
nocturno; contaminación ambiental; sobornos; irradiación
de algunos de sus productos y un largo etcétera.
Con
semejante proceder, por las dudas que los sobornos no
resulten suficientes2,
en algunas de sus plantas Tyson cuenta, a
semejanza del modelo militar estadounidense, con un
capellán para atender las necesidades espirituales de
sus trabajadores. Algunos malpensados argumentan que los
capellanes en el centro de trabajo se justifican porque
su costo operativo es menor al del modelo clásico de los
programas de ayuda y asesoramiento al empleado.
Tyson figura entre las 500 compañías más ricas, al mismo tiempo
está ubicada en el octavo lugar entre las empresas más
contaminantes. Junto con sus inversiones, también
traslada su forma de producir a los países donde se
instala. Como ejemplo tenemos a la ciudad de Gómez
Palacio, en el estado de Durango, donde 50
mil habitantes de 10 barrios vienen reclamando desde
hace años por los residuos lanzados a la atmósfera y las
permanentes fugas de gas de una planta de Tyson
México.
Si algo
le faltaba a la ya impresentable industria avícola
brasileña, era contar con la presencia de la compañía
Tyson. Lamentablemente, seguramente que muy
pronto estaremos ocupándonos de las consecuencias que
esta inversión tendrá para los trabajadores y las
trabajadoras del sector.
Campo Mourão es la localidad del
estado de Paraná donde está ubicada
Frangobras
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