Luego de que los trabajadores y trabajadoras
de la unidad de Unilever en Valinhos, estado de São
Paulo, rechazaran casi por unanimidad un incremento salarial
de 7,5 por ciento propuesto por la transnacional, la
negociación se estancó pues la compañía se negaba a aumentar
esa cifra.
Por esa razón, la Federación de Trabajadores
de la Industria de la Alimentación del Estado de São Paulo (FETIASP)
y el Sindicato de Trabajadores de Campinas (SITAC)
solicitaron una audiencia conjunta al Tribunal Regional del
Trabajo, intentando destrabar la negociación colectiva y
alcanzar un acuerdo.
Esa audiencia se concretó el pasado lunes 18
de julio.
Según Melquíades de Araújo, presidente
de la FETIASP, “Los representantes enviados por
Unilever a la audiencia no mejoraron en nada el
ofrecimiento inicial, por lo que se les advirtió que si en
un plazo de 72 horas la compañía no variaba su posición,
paralizaríamos las actividades de la planta de Valinhos.
Hace dos días, Unilever acercó a la
Federación una propuesta que mejora el incremento salarial y
un ticket alimentación de 300 reales (ndr: 190
dólares aproximadamente).
Convocamos entonces a una Asamblea con los
trabajadores para el próximo jueves 28, donde analizaremos
la nueva oferta y se decidirá si ella se acepta o no”,
informó Araújo.
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