Durante la pasada semana la empresa reinició la investigación desde cero sobre la desaparición de varios palets con productos de limpieza. Esta vez se escuchó el reclamo del sindicato y se indagó seriamente, sin excluir a los cargos de confianza. Sirel dialogó con Wilson Montero, presidente del Sindicato de Trabajadores de Unilever Caribe (SITRAUC), sobre los resultados
de esta gestión.

-¿Cuál fue el desenlace del conflicto?

-Cuando el director de Unilever Caribe, Rafael White, regresó al país, desde la Secretaría de Trabajo nos pidieron que nos pusiéramos en contacto con él. En la reunión que mantuvimos White aseguró que venía con la intención de solucionar el problema que había surgido.

-¿Qué plantearon ustedes?

-Reiteramos nuestros dos puntos: que se investigara de una manera seria y amplia sobre la desaparición de productos en la planta, y que en caso de que no se comprobara la culpabilidad de los cuatro despedidos, se les reintegrara a sus puestos de trabajo.

-¿La empresa aceptó esos criterios?

-Sí, y nos prometieron que se efectuaría esa investigación seria, pero nos pidieron que mientras la hacían mantuviéramos una actitud de discreción para no entorpecerla, cosa que aceptamos.

-¿Cuál fue el resultado?

-En los hechos, los cuatro compañeros despedidos fueron indagados nuevamente, pero también lo fueron otros funcionarios de la empresa que antes no lo habían sido. Se comprobó que efectivamente habían faltado tres palets de productos, y que, con distintos grados de responsabilidad, estaban vinculados al hecho tres de los despedidos y los cuatro encargados del almacén. Los tres compañeros cometieron el error de trasladar los palets adonde les ordenaron los encargados, aún sabiendo que podía tratarse de una acción indebida. Los cuatro encargados fueron despedidos el viernes pasado.

-¿Qué pasó con el cuarto despedido?

-El compañero Carlos Báez resultó totalmente desvinculado de los hechos y ha sido restituido en su empleo. Esto significa que fueron atendidos los dos puntos que habíamos planteado en el diálogo con la empresa. Por nuestra parte, quedó claro que cuestionábamos el procedimiento de la investigación, y que nuestro interés no era defender lo que podía haber sido malhecho. Ahora se indagó seriamente y los culpables aparecieron, sin discriminación ni acusaciones al barrer.

-Quiere decir que ustedes están satisfechos con lo actuado…

-Es así, hemos alcanzado lo que nos propusimos. También estamos muy agradecidos a la intervención de la Rel-UITA que resultó totalmente positiva y fue de mucha ayuda. Gracias a la divulgación y la comunicación internacional que la UITA le dio al conflicto muchas personas se interesaron en lo que estaba pasando, y también resultó una presión para Unilever Caribe, que no tiene ningún interés de que a nivel internacional se estén manejando las injusticias o atropellos que pueden estar ocurriendo. Agradecemos mucho a la UITA y a todos los compañeros y compañeras que se solidarizaron con nosotros.