A principios de noviembre, el grupo catalán Farga adquiría la
factoría de Frigo en Barcelona que la
multinacional
Unilever
había decido cerrar. La operación suponía salvar
a 85 de los 268 empleados amenazados con el
despido. El resto quedaban pendientes de
negociar indemnizaciones y jubilaciones
anticipadas.
La adquisición de la planta barcelonesa asegura el
crecimiento del grupo Farga y les resuelve
además un problema de falta de espacio, al
permitirles trasladar a Poblenou su fábrica de
helados en el Maresme.
Unilever había presentado el 3 de octubre, y sin previo aviso, el
ERE que sentenciaba a la única factoría de
Frigo en España, marca que se había establecido
en Barcelona 81 años atrás, comenzando como una
pequeña industria familiar. Las movilizaciones
contra el intento de cierre no se hicieron
esperar. A la concentración del 17 de octubre
ante las oficinas centrales de Unilever
en Barcelona siguió un calendario de paros
intermitentes de producción, al tiempo que se
iniciaban conversaciones con el gobierno catalán
e Iniciativa Per Catalunya, entre otros.
De los 268 afectados, el 80% eran
mujeres entre los 45 y los 55 años,
edades muy complicadas para
encontrar otro empleo. |
El 4 de noviembre, la compra por parte del grupo Farga venía
a aliviar la agonía y el día 6 se hacía público
que Unilever daba marcha atrás al
expediente de regulación de empleo.
Desde la compra de Frigo por Farggi, todo el empeño de
CCOO, sindicato mayoritario en Frigo, ha
estado dedicado a conseguir un Plan Social que
garantizara el máximo empleo posible y las
mejores condiciones para las trabajadoras y
trabajadores que se veían afectados en este
proceso. Han sido más de tres meses para llegar
a un acuerdo del Plan Social para todos los
trabajadores por la decisión de Unilever
de no tener unidad productiva de helados en
España, aspecto este que CCOO ha
rechazado por activa y pasiva, así como en todos
los foros tanto nacionales como europeos donde
hemos participado. Fruto de las negociaciones el
15 de diciembre se llegó a un acuerdo entre la
dirección de Unilever y los
representantes de los trabajadores, acuerdo que
fue ratificado mediante votación secreta por la
asamblea de los trabajadores afectados con un
69,02% y un 26,35% que votó en contra. El
acuerdo alcanzado contempla el mantenimiento del
empleo para 85 trabajadores con Farggi, 10
recolocaciones internas, 95 prejubilaciones para
los mayores de 52 años con un porcentaje del
salario neto que oscila desde el 80% hasta el
100%, dependiendo de la edad. El resto de
trabajadores cobrará indemnizaciones de 60 días
por año de antigüedad, fijándose ésta desde la
fecha de ingreso en la compañía.