Trabajando para empeorar
las
relaciones laborales
Desde hace 12 meses la Unión Australiana de Trabajadores
Industriales está negociando con Unilever sobre un nuevo
convenio colectivo en la planta de helados Street en las
afueras de Sydney.
El acuerdo anterior entre la Unión Australiana de
Trabajadores Manufactureros (AMWU, por sus siglas en
inglés) y Unilever tenía como base la estrategia sindical de asegurar la
seguridad del trabajo y el empleo ininterrumpido. Se había
acordado no admitir compañías de trabajo contratado en la
fábrica y que las tareas fueran cumplidas por el personal de
la empresa.
Sin embargo durante las negociaciones recientes la dirección
local, siguiendo las instrucciones de la dirección general
de Unilever,
intentó dar marcha atrás en materia de seguridad de trabajo
y empleo estable. Esto forma parte del intento global de
Unilever de
destruir el empleo ininterrumpido y seguro, parte del cual
ha sido la destrucción o precarización de miles de empleos
en Asia y Europa.
En la fábrica de helados Street,
Unilever está intentando introducir el trabajo contratado y se niega
a garantizar la seguridad del empleo. La dirección local se
sirve además de la legislación adversa a los trabajadores en
la cual el anterior gobierno conservador había fijado
límites a las negociaciones de las condiciones básicas de
trabajo que en muchos otros países son objeto de
negociaciones libres.
En el marco de las dilatorias durante las negociaciones del
nuevo convenio colectivo la dirección intentó también
replantear algunas cláusulas que ya habían sido rechazadas
por el sindicato y fueron retiradas por la dirección hace
seis meses. Además la dirección aún no ha presentado una
oferta salarial digna (en Australia, como en la
mayoría de los países, la inflación se está acelerando) y
pone en duda algunos logros sindicales en materia de
licencias que habían sido difíciles de alcanzar.
Según declaraciones de Bruce O’Keefe, integrante de la
división de Alimentos y Dulces de la AMWU, “Ya
notamos la conexión global del asunto. Cuando hablamos con
otras organizaciones sindicales que representan trabajadores
de Unilever que
sufren el mismo tipo de presiones, nos dimos cuenta que no
se trataba de un impulso exclusivamente local, no se
limitaba a las condiciones en la fábrica local. Las
decisiones se tomaron en otro lugar”.
“La AMWU se ha comprometido a defender y promover
trabajos dignos y seguros con perspectivas reales de
ascenso, y una compañía global como
Unilever,
una de las empresas de la alimentación más ricas del mundo,
debe hacer más que emitir declaraciones de prensa bonitas.
La compañía debe comprometerse con la seguridad del empleo
de todo el personal, en lugar de destruir las condiciones y
el empleo.”