Se
calcula que unos 40 mil empleados de la trasnacional
no perciben ningún salario. Sindicalistas,
defensores de derechos humanos y pequeños
comerciantes de México y EE.UU.
preparan plan de resistencia
El costo que la comunidad paga por tener precios
bajos en Wal-Mart "es muy alto, pues esta
empresa representa la forma más rapaz del
capitalismo, porque exprime y explota a trabajadores
y trabajadoras, proveedores, comunidades y pueblos
donde se instala, además de que devasta la
ecología", aseguró Rubén García, integrante
de Global Exchange.
En el contexto del primer Encuentro Binacional
México - Estados Unidos contra Wal-Mart, el
activista explicó que el objetivo es crear puentes
de colaboración entre ambos países en la lucha
contra la trasnacional, para formular un plan de
resistencia para los próximos 12 meses.
Indicó que la reunión binacional propondrá que en
México se realicen tres actividades fundamentales en
la lucha contra la firma estadunidense: instaurar el
"día del mercado", en el que se sugiera a la gente
que en lugar de acudir a Wal-Mart a hacer sus
compras vaya al mercado público, "para proteger
estas instancias históricas".
Defender el acervo histórico, para que no se
instalen más tiendas de dicha empresa frente a
sitios considerados patrimonio de los mexicanos,
como las pirámides de Teotihuacán, o "que un día
despertemos y haya una en el Zócalo capitalino", y
reiterar que Wal-Mart es una
"real violadora" de los derechos
laborales, pues de su plantilla de 150 mil
trabajadores en el país, 40 mil no perciben salario
ni prestaciones.
De estos últimos, 22 mil son menores de edad
(empacadores o cerillos), y los 18 mil restantes son
los hombres que cuidan los vehículos en los
estacionamientos, quienes sólo subsisten con las
propinas de los clientes, pero cumplen un horario
establecido por la empresa.
Por su parte, Enrique Bonilla, integrante del
Frente Nacional contra Wal-Mart, afirmó que
con la apertura de alguna tienda de
esta cadena desaparecen 150 pequeños comercios, lo
que ocasiona que alrededor de mil 500 personas
pierdan su empleo,
déficit que no se subsana, ya que Wal-Mart
sólo contrata 80 empleados por cada una.
Bonilla, quien ha realizado diferentes
investigaciones sobre las prácticas de la
trasnacional, explicó que sólo en el primer día de
apertura de alguna tienda de la cadena "bajan 50 por
ciento las ventas de los pequeños comercios". Además
de que los que se asocian con el consorcio para
vender sus productos en los locales que renta en sus
tiendas, le pagan entre 50 y 60 por ciento de sus
ganancias, mientras que la trasnacional sólo liquida
a las autoridades competentes 3 por ciento de sus
ganancias por el espacio que ocupan sus
instalaciones.
Señala que otra de las irregularidades en que
incurre Wal-Mart es que en las tiendas que
tiene en territorio estadunidense, sobre todo en las
ciudades cercanas a la frontera con México,
vende armas sin ningún control.
Trina Trocco, de International Labor Rights Fund,
subrayó que los abusos de la firma estadunidense van
más allá, pues adquiere sus mercancías a precios muy
bajos, lo que provoca que sus proveedores "exploten
mucho más a sus trabajadores".
Agregó que alrededor de 70 por ciento de los
productos que vende provienen de China, por lo que
sus ganancias se basan en la comercialización de
electrodomésticos, juguetes y ropa. Asimismo, dijo
que en la mitad de las inspecciones que se realizan
a los proveedores de Wal-Mart hay
"violaciones al código de conducta de la empresa",
sin que se tomen medidas al respecto.
La activista estadunidense exigió que la
trasnacional pague el precio que corresponde a sus
proveedores, para evitar la explotación laboral,
además de que para sus compras dé preferencia a las
empresas que cuentan con sindicatos.
En el encuentro binacional participaron
sindicalistas, defensores de derechos humanos y
laborales, ecologistas, hombres de negocios y
líderes de abarroteros y de comerciantes, entre
otros. "Son personas muy diferentes, con diversas
ocupaciones, pero con el mismo problema: Wal-Mart",
concluyó Rubén García.
Tomada
La
Jornada
13 de noviembre
de 2006
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