Estados Unidos

Wal Mart intenta lavar la cara con
nueva campaña mediática

 

Los directivos de la trasnacional del supermercadismo Wal Mart se proponen limpiar la imagen corporativa de la empresa, seriamente dañada en los últimos tiempos por hechos de diversa índole.

 

La paradoja del caso es que esa operación de lavado de cara fue asignada a la agencia de relaciones públicas Edelman, implicada en un escándalo informativo el año pasado.

En efecto, a mediados de 2006 la agencia contrató a un fotógrafo del diario estadounidense The Washington Post James Thresher, para inventar un blog en el que dos jóvenes, presentados como Jim y Laura, narraban sus aventuras de viaje por todo el territorio de Estados Unidos. Cada noche Jim y Laura la pasaban a bordo de su casa rodante en los estacionamientos disponibles en los distintos locales de la cadena Wal Mart. El blog se llamó Wal Marting across America, algo así como Walmarteando a través de Estados Unidos, y en él se recogían testimonios que invariablemente se referían a lo maravilloso que era trabajar para esta cadena o a cómo los consumidores ganarían yendo más seguido todavía de lo que ya lo hacen a comprar en esos locales.

 

Daba para sospechar, más aun porque el blog era auspiciado por Working Families for Wal Mart, una asociación obviamente favorable a la empresa, pero nada se decía en él acerca de que en realidad Jim y Laura eran una pura invención salida del magín de la propia Edelman. La operación fue puesta al descubierto, abundantemente denunciada incluso en algunos medios de comunicación de gran tiraje, el fotógrafo fue sancionado por el Washington Post, pero en su página en Internet Edelman -elegida en 2005 como Mejor agencia de relaciones públicas del año en Estados Unidos-durante largo tiempo no hizo mención alguna al tema. Fue tanta la presión que finalmente, hacia fines de 2006, en el sitio se reconoció la farsa y se incluyó un pedido de disculpas. Pero no fue ése el único escándalo protagonizado por la trasnacional o sus empresas acolitas

 

A lo largo de 2006 fueron particularmente fuertes las denuncias sobre los bajos salarios pagados en los supermercados de la firma y las condiciones de trabajo allí reinantes. Esas prácticas no son precisamente nuevas -son más bien la base del éxito de la corporación, una de las más rentables de Estados Unidos- pero las denuncias se hicieron muy persistentes y notorias, agregadas a otras sobre despidos masivos en sucursales de Wal Mart fuera de Estados Unidos y al recurso al trabajo infantil en algunas de sus dependencias, particularmente en países asiáticos como Bangladesh. A estos problemas se sumó otro, interno, como fue el despido de dos de los ejecutivos más importantes de la agencia de publicidad de la firma. Ante este panorama, que amenazaba con afectar seriamente la imagen corporativa de Wal Mart, directivos de la compañía consideraron que había llegado la hora de reaccionar.

 

A comienzos de este mes hicieron llegar a canales de televisión abierta y de pago dos spots comerciales en los que intentan revitalizar la marca. Esta vez, a diferencia de situaciones anteriores en que para promover la firma se hacía hincapié en los bajos precios practicados por sus supermercados, el énfasis fue puesto en la prosperidad que espera a las comunidades que aceptan la instalación de una tienda Wal Mart, y en la tranquilidad que supone para un trabajador laborar para esa firma. Uno de los comerciales, titulado. El sueño de Sam, evoca la trayectoria de Sam Walton, el pionero que, desde abajo hizo a pulmón esta ejemplar empresa allá por los años sesenta del siglo pasado. Sam, se dice en el aviso, tenía una sola preocupación: ayudar a la gente a mejorar su nivel de vida.”Cada vez que Wal Mart llega a una ciudad es como si un hermoso aumento de sueldo cayera sobre una familia”, se afirma.

 

Como complemento, se cita un estudio según el cual comprando en Wal Mart una familia ahorra cerca de 2.300 dólares al año. El segundo spot, llamado Una compañía, pone el acento sobre el nivel de cobertura sanitaria de los 150.000 empleados de la firma en Estados Unidos. El dinero para estas campañas saldrá del presupuesto de 580 millones de dólares que en 2007 Wal Mart destinará a publicidad. Cabe recordar que esta es una de las empresas más poderosas del planeta, líder mundial del supermercadismo (cuenta con más de 6.000 locales en 16 países), y que sólo en 2006 registró ventas por más de 312 mil millones de dólares. Al conocerse los detalles de la nueva ofensiva mediática de la transnacional, las reacciones de sindicatos y asociaciones civiles no se hicieron esperar.

En WakeupWalmart.com, un sitio en Internet animado por ciudadanos estadounidenses que desean cambiar Wal Mart y que asegura reunir a más de 320 mil personas, se pueden leer severas condenas a la dirección de la firma. “Wal Mart todavía cree que una campaña de publicidad puede engañar al público estadounidense, haciéndole pensar que es correcto explotar a millones de personas”, se destaca. El sitio contiene testimonios sobre las muy malas condiciones de trabajo de los empleados de la empresa y sobre la represión que se abate sobre ellos cada vez que intentan agruparse gremialmente (en ninguno de los más de 3.800 locales de Wal Mart en Estados Unidos hay un sindicato).

 

También recuerda, en contraposición a lo que sostienen los avisos ideados por Edelman, que 53 por ciento de los más de un millón y medio de trabajadores de la trasnacional en el planeta no tienen cobertura médica alguna. El 46 por ciento de los hijos de empleados de Wal Mart en Estados Unidos depende de la ayuda del Estado para tener acceso al seguro médico, indica por su lado otra asociación. Los bajos salarios son otra constante de la política laboral de la empresa, al tiempo que la afirmación de uno de los spots de que las comunidades que tienen el privilegio de que en ella desembarque un local de la cadena conocen rápidamente la prosperidad está lejos de ser una realidad comprobable.

 

Por el contrario, estudios independientes realizados en Estados Unidos han estimado que allí donde hay un supermercado Wal Mart los empleados del comercio minorista pasan a ganar 3,5 por ciento menos y se producen cierres en cadena de tiendas y almacenes, llevando a que los empleos creados por la cadena sean mucho menos numerosos que los que destruye La firma, que con su nueva campaña publicitaria busca ante todo aumentar su penetración en el mercado de la primera potencia mundial, ha visto frenado -muy parcialmente, es cierto- su avance en ese país luego de que los ciudadanos de unas 250 localidades rechazaran proyectos de la multinacional para instalar locales de la transnacional en su suelo.

En Montevideo, Daniel Gatti

© Rel-UITA

22 de enero de 2007

 

 

 

  

 

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