Brasil
Con Sergio dos Santos
Investigación periodística sobre AmBev
Haremos un trabajo exhaustivo |
La secretaría regional de la UITA inició un programa
de investigación y sistematización de la información
disponible sobre la transnacional AmBev que se
desarrollará hasta fin de año. Sergio, experimentado
periodista sindical brasileño, está al frente de esa
tarea. SIREL dialogó con él durante su pasaje por
Montevideo.
-¿Cómo fueron tus inicios como periodista?
-En 1981, cuando aún estudiaba periodismo en la
Facultad Integral Alcántara Machado, en São Paulo,
comencé a trabajar en la dirección estadual del PT
como voluntario. Hice toda mi carrera trabajando
allí, hasta que en 1986 me ofrecieron un cargo como
periodista en la dirección nacional de la CUT. Allí
permanecí hasta hace pocos meses, cuando resolví
dejar la CUT para fundar una pequeña empresa de
comunicaciones en sociedad con un colega.
Esencialmente trabajamos para el movimiento
sindical.
-¿Qué peculiaridades tiene el trabajo periodístico
sindical?
-En la facultad decimos que un periodista siempre
tiene que oír las dos campanas. En el movimiento
sindical no vamos a escuchar la voz del patrón, sino
la de los trabajadores. Creo que en mi caso se
juntaron dos cosas: el trabajo profesional con la
militancia política, lo que valoro como una suerte.
Nunca trabajé en lo que se llama “la gran prensa”,
no he tenido esa experiencia.
-¿Los periodistas que trabajan con organizaciones
sociales tienen mayor libertad profesional que los
que lo hacen para una empresa comercial?
-Puede ser que haya otros límites, porque yo tengo
que escribir con la cabeza del sindicalista, tengo
que reflejar lo que él piensa, que no necesariamente
coincide con mi pensamiento. Pero como en mi caso se
trata de estructuras militantes, y yo me considero
uno de ellos, en general las posiciones son
similares. No he sentido ninguna contradicción
ideológica ni política trabajando para el movimiento
sindical.
-¿Cuáles fueron las principales acciones en las que
participaste?
-En los años que estuve en la CUT participé como
periodista en todas las huelgas generales, la
destitución de Collor de Mello y tantos otros hechos
relevantes. Ciertamente puedo decir que asistí desde
un lugar de privilegio –la secretaría ejecutiva de
la CUT– a una porción muy importante de la historia
de mi país. Estuve en contacto con la mayor parte de
quienes hoy están en el gobierno, incluyendo al
propio Lula, claro.
-¿Cuál es la relación de la prensa con el movimiento
sindical?
-Es muy diferente de la que observo en Argentina y
Uruguay. La prensa “grande” o comercial en Brasil no
trata a los sindicatos como instituciones serias,
representativas, que merecen respeto y deben ser
oídas. Por lo menos así ocurrió durante las décadas
pasadas. Raramente se entrevistaba a dirigentes y
las noticias sindicales siempre ocupaban pequeños
espacios. Las huelgas, conflictos y enfrentamientos
con las fuerzas del orden siempre iban a las páginas
policiales.
-¿Qué instrumentos de difusión tenía la CUT en
aquellos años?
-Tuvimos dos revistas nacionales que fracasaron por
las dificultades de distribución que crea la
extensión enorme de nuestro país. Duró tres años
cada experiencia. Todos los demás instrumentos que
desarrollamos estuvieron relacionados con internet,
y todas las informaciones pasaban por el boletín
electrónico. Nuestra visión era que los sindicatos
tenían la responsabilidad de mantener una
comunicación directa con los trabajadores, mientras
que la central, la CUT, dialogaba con los
sindicatos. A partir de esa definición fue más
sencillo elaborar una política de comunicación.
Recién en los años 90 pudimos reunir la información
de que en todos los sindicatos de la CUT trabajaban
cerca de 800 periodistas; era la mayor redacción de
Brasil, sólo que estaba físicamente dispersa. A
partir de esa época comenzó la introducción
acelerada del neoliberalismo y la crisis de la
industria fue también la de varios sindicatos.
Muchos periodistas sindicales perdieron su empleo, y
en total hoy no somos más de 400. En este último
período se logró montar una red nacional con estos
periodistas, casi todas las secretarías estaduales
de la CUT tienen proyectos de páginas web propias
que estarán vinculadas entre sí y con la página de
la CUT nacional. Se espera que esta red de
periodistas genere un intercambio fluido e intenso
de información.
-¿Cómo acceden los trabajadores a la información?
-La responsabilidad es de cada sindicato que debe
reproducir los artículos y difundirlos y divulgar
entre los afiliados la dirección en internet de su
página para que aquellos que tengan computadora y
acceso a internet puedan visitarla e informarse por
sí mismos. Además de esto, la CUT tiene un programa
de radio diario y dos semanales de televisión a
nivel nacional, todo queda grabado y es subido
sistemáticamente a la página web.
-¿Cuál será la tarea que desarrollarás con la Rel-UITA
en estos meses que vienen?
-Estamos iniciando una investigación sobre
AmBev,
las consecuencias de la fusión entre Antárctica y
Brahma, qué significó eso para los trabajadores no
sólo en Brasil sino en toda América Latina. Haremos
un trabajo exhaustivo. Recientemente la belga
Interbrew compró la mayoría accionaria de
AmBev
y ahora esta gran corporación transnacional se llama
InBev,
la mayor cervecera del mundo. Esto seguramente
tendrá efectos a nivel global. Esta tarea apunta
también a aportar materiales de base para la próxima
Conferencia Internacional sobre
AmBev
que tendrá lugar en noviembre, en la ciudad de São
Paulo.
Entrevista de Carlos Amorín
© Rel-UITA
20 de setiembre de 2005