El gen Brahma
sigue expandiéndose
AB-InBev adquirió
el total de las acciones de la cervecera
mexicana Modelo por 20.100 millones de dólares. La
transnacional belga-brasileña había heredado el 50,4 por
ciento de las acciones de Modelo que poseía Anhauser-Busch
cuando la adquirió hace cuatro años.
La
estrategia financiera, el apetito de compra1
y la política laboral de la cervecera brasileña Brahma
se trasladaron a las compañías que fueron surgiendo luego de
su fusión con Antarctica en 1999, de la cual nació
AmBev. A ese fenómeno lo denominamos “gen Brahma”2.
Cuando en 2004 AmBev fusionó con la belga
InterBrew, dando nacimiento a InBev, el gen se
instaló en ésta y lo mismo ocurrió en 2008, cuando InBev
adquirió la estadounidense Anhauser Busch,
convirtiéndose en AB-InBev.
Mientras el “gen Brahma” impulsaba a un reducido
número de ejecutivos brasileños encabezados por Carlos
Brito a realizar negocios por el mundo, en México,
el Grupo Modelo –propiedad de las familias Diez
Morondo y Aramburuzabala- basaba su éxito en un
modelo de crecimiento basado en la exportación, el marketing
y la distribución, que lo llevó a convertirse en una de las
diez mayores cervecería globales, con la emblemática
Corona Extra al frente.
Con
la intención de fortalecerse económicamente, en 1993
Modelo transfirió el 10 por ciento de su paquete
accionario a Anhauser-Busch, pero la crisis desatada
un año después, conocida como “el tequilazo”, permitió que
la estadounidense llegara a poseer el 50 por ciento de las
acciones.
Modelo
tiene más del 50 por ciento del mercado mexicano, que
comparte con Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma
de su rival Heineken. Con presencia en los cinco
continentes, sus ventas netas llegaron el año pasado a 6.500
millones de dólares. Por su parte su nueva propietaria
AB-InBev, con operaciones en 23 países, factura 40.000
millones de dólares anuales.
Las
operaciones conjuntas de AB-InBev/Modelo producirán
alrededor de 400 millones de hectolitros de cerveza al año,
con ganancias estimadas en 47.000 millones de dólares, 75
por ciento más que SABMiller, su seguidora en el
ranking mundial.
Negocios son negocios.
Ab-InBev
reconoció que recibió 14.000 millones de dólares en
préstamos bancarios para financiar la transacción al
contado. Llama la atención que en medio de la grave crisis
económica-financiera actual y cuando Estados Unidos y
la Unión Europea están inyectando miles de millones
de dólares para “rescatar” bancos privados, se permite que
estos destinen tamaña cantidad de dinero para contribuir a
la construcción de un monopolio global, cuya principal
consecuencia será aumentar el número de desempleados.
Copiando una estratagema utilizada por los bancos
Citigroup y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA)
cuando adquirieron los bancos mexicanos Banamex y
Bancomer respectivamente, en esta transacción el fisco
mexicano no recibirá un sólo centavo. La operación entre
ambas cerveceras será mediante “una oferta de adquisición de
acciones en efectivo por parte de AB-InBev por todas
las acciones del Grupo Modelo”, lo cual significa que
se realizará a través de la Bolsa Mexicana de Valores, donde
las transacciones financieras no son gravadas.
En
México, la tasa de impuesto sobre la renta (ISR)
que se aplica a las ganancias de empresas y al salario de
las personas, oscila entre el 28 y el 30 por ciento. De
manera que una maniobra financiera de dos grandes empresas
-que se ufanan de la excelencia de su Responsabilidad Social
Empresarial- despoja al Estado mexicano de la nada
despreciable suma de 6.036 millones de dólares, los que
podrían haberse invertido en hospitales, escuelas y otros
servicios sociales.
El “gen Brahma”
seguirá activo.
Luego de la compra, es de preveer un ajuste en los costos
operativos de Modelo. Se espera que sus operaciones
en México generen ahorros por 600 millones de dólares
anuales, debido a las políticas de reducción de costos,
característica que distingue a la gestión de AB-InBev.
Sabemos por experiencia que esos ahorros se originarán
en la fuerza de trabajo, reduciendo el costo laboral
mediante los mecanismos conocidos.
El
“gen Brahma” se notará en el ámbito laboral,
especialmente con la planificación de objetivos y el pago de
incentivos a través del llamado Programa de Eficacia Fabril
(PEF) con el cual los trabajadores mexicanos deberán
acostumbrarse a competir con trabajadores de AB-InBev
de otros países.
Además, tanto en México como en el resto del mundo,
se producirá una sobreposición en las áreas de
exportación-importación, depósitos, ventas, distribución,
etc. de ambas compañías, lo que llevará inexorablemente a su
unificación, provocando rebajas salariales y pérdida de
puestos de trabajo.
Como vemos, el “gen Brahma” se ha convertido en una
especie de piedra filosofal capaz de convertir la cerveza en
oro, de manera que solamente cabe esperar por la próxima
víctima. ¿Será SABMiller?
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