InBev
suprimirá 1.400 empleos en Estados Unidos tras fusión con
Anheuser-Busch.
Las predicciones se
confirman, InBev causará pérdida de puestos de trabajo luego
de adquirir la mayor cervecera de los Estados Unidos
El pasado julio comentábamos que más allá que Budweiser
es la marca de cerveza que consume uno de cada dos
americanos, su condición de patrocinador de la Superbowl
(como se conoce el partido final del campeonato de la
liga de fútbol americano) y la presencia en su etiqueta del
águila y los colores azul, blanco y rojo, la convierten en
un símbolo de la cultura americana. Debido a ello no es de
extrañarse que la clase política se sintiera obligada a
opinar cuando se mencionaba la posible venta de
A-B1.
John McCain, el candidato presidencial republicano, vinculado a
A-B a través de su esposa Cindy Hensley -propietaria de
la empresa Hensley & Co., que posee la exclusividad
sobre Budweiser- evitó manifestarse, ya que si
aprobaba la compra podría ser acusado de poco nacionalista y
si la rechazaba ser atacado por oponerse al libre mercado.
Barack Obama, entonces candidato presidencial del
Partido Demócrata, manifestó en un comunicado: “Fue
decepcionante saber que
A-B acordó ser vendida a
InBev.
A-B es un icono estadounidense y esta venta podría amenazar a
miles de empleos en Misuri”.
Durante las negociaciones, el brasileño Carlos Brito,
entonces presidente ejecutivo de
InBev, estuvo en Washington recorriendo los despachos de los más
influyentes parlamentarios asegurándoles que no se
cambiaría la sede de
A-B,
no
se cerrarían fábricas, ni se producirían despidos masivos.
De manera que aquellos estadounidenses que identifican su
patriotismo con una marca de cerveza podían dormir
tranquilos.
Cinco meses
después de la compra de
Anheuser-Busch y
transcurridos 30 días de que el negocio fuera concluido, las
promesas quedaron atrás.
InBev anunció el pasado 8 de diciembre la decisión de
suprimir 1.400 empleos en Estados Unidos. "Esta es
una movida difícil pero necesaria para la compañía para
mantenernos fuertes y competitivos” manifestó a través de un
comunicado el presidente de
A-B, David Peacock. Los despidos, la mayoría de ellos a
efectuarse antes de fin de año, afectarán en un 75 por
ciento a San Luis (Misuri), donde se
encontraba la sede de
A-B.
El pasado mes de julio, una crónica difundida por el
sitio STLtoday.com citaba las declaraciones de
nuestro compañero Siderlei Oliveira, quien
afirmaba que desde 1990 la industria cervecera brasileña -en
cuyo mercado AmBev,
una subsidiaria de
InBev,
es casi monopólica- ha reducido su número de empleados a
13.000 respecto de los 23.000 que registraba. “Esta es la
estrategia que ellos tienen”, dijo Oliveira2.
Siderlei desde Brasil advertía con
anticipación lo que algunos en los Estados Unidos
recién perciben cuando ya es tarde.
|