Si bien el sindicato
no se aventura a confirmar la presencia del presidente
brasileño en este departamento se están desarrollando
las gestiones para que así sea. La convocatoria
obedece al cierre de Norteña y al permanente conflicto
que sus ex trabajadores mantienen con la transnacional
AmBev.
Días pasados visitó este departamento el embajador brasileño
en nuestro país. En la oportunidad se entrevistó
brevemente con el Sindicato de Obreros y Empleados de
Norteña (SOEN), donde sus agremiados agradecieron al
diplomático las gestiones realizadas ante el país
norteño, ante el intenso conflicto que mantenía dicho
sindicato con AmBev. Dicha empresa había tomado
en San Pablo (Brasil) la decisión de cerrar la fábrica
de cervezas en Paysandú, lo cual significó el cese de
varios puestos de trabajo. Entonces se había
establecido la firma de un convenio que venció
primariamente el 30 de abril pasado.
Dicho convenio establecía el no cierre de Norteña y el
compromiso de no perder ningún puesto de trabajo. El
primer objetivo no se cumplió por parte de la
transnacional.
Según había explicado oportunamente a LA REPUBLICA, el
secretario del SOEN, José Oxley: "Lo que hicimos
nosotros fue firmar un convenio en el que se defendían
los puestos de trabajo. En ese marco acordamos una
reducción horaria de 48 a 36 horas, llegamos a un
sistema de prejubilación a partir de los 55 años y el
envío al seguro de paro en forma rotativa
complementado para que el impacto económico sea menor.
Fuimos buscando distintas alternativas, ya que no
estamos dispuestos a perder ni un solo puesto de
trabajo". Cabe destacar que cuando AmBev
adquirió la cervecera uruguaya desarrolló una alianza
estratégica con el grupo propietario de Pilsen,
adquiriendo así una asociación monopólica, lo cual
alertó a los trabajadores de la cerveza. Ello derivó
en que el sindicato concurriera a la Comisión de
Industrias del Parlamento, planteando la situación de
los trabajadores de la cerveza de todo el país,
particularmente los de Paysandú, habida cuenta de que
la industria cervecera quedaba en manos monopólicas.
Este conflicto logró un antecedente que fue respaldado
a nivel político y social, muy significativo no sólo
para Paysandú, sino también para todo el país.
Por su parte la Federación de Obreros y Empleados de la
Bebida –FOEB– y el aporte que a nivel internacional
desarrolló el gobierno de Lula, a través de un
compromiso muy fuerte del embajador brasileño en
Uruguay, fueron muy significativos en este conflicto.
Otra de las organizaciones que apoyaron a los
trabajadores en aquella instancia fue la Unión
Internacional de Trabajadores de la Alimentación
(UITA), la que instaló en toda Latinoamérica la
situación del conflicto uruguayo, marcando fuerte
presencia en Brasil.
Mientras tanto en Uruguay, el cierre de Norteña en este
departamento generó la movilización de tres
ministerios y de varios actores políticos y sociales
del país.
Por otra parte y en medio del conflicto se desarrolló la
ampliación de la maltería en Paysandú, frente a las
instalaciones de la hoy desaparecida Norteña, con una
inversión de más de cinco millones de dólares.
Patricia Montero
Diario La República
28
de enero de 2005