La empresa transnacional
Bunge
fue blanco de protestas en el municipio de Araucária, en Paraná, región sur
brasileña. Cerca de 700 trabajadores marcharon frente a la fábrica de
fertilizantes Ultrafértil/Fosfértil y protestaron contra la privatización
de la empresa. La fábrica fue privatizada hace 15 años, y comprada por
Bunge, que pasó a tener gran control de la
producción y distribución del mercado de fertilizantes en el país.
Según el director del Sindicato de los
Trabajadores de Productos Químicos de Paraná (Sindiquímicos), Otêncio
Garcia, Bunge, sola, controla 52 por ciento del mercado
en Brasil. Junto con las otras dos mayores empresas del ramo, el control
llega a 98 por ciento.
“El sector de fertilizantes está en la mano de
tres grandes transnacionales, que son la
Bunge,
Cargill
y Yara.
Ellas imponen el precio que quieren, de la manera que quieren, poniendo al
productor de rodillas. Para tener una idea, el precio de la urea era US$ 100 la
tonelada cuando la empresa era estatal, hoy el precio ya pasó de los US$ 450.
Los trabajadores conviven con la precariedad de las condiciones de seguridad,
precariedad de la manutención, disminución de las conquistas históricas de la
categoría y disminución del número de los trabajadores.”
Los manifestantes exigen del gobierno de Lula
la reestatización de la empresa. Según García, las empresas que
monopolizan el sector de fertilizantes son las grandes responsables por los
aumentos de precio de los alimentos. En el año de 2007, Ultrafértil
aumentó su lucro en 93 por ciento.