Conflicto por intentos de reducir bono a la mitad
en empresa
Calvo,
El
Salvador.
La empresa
CALVO es una Atunera Española instalada en El Salvador desde el año 2003.
Cuando las trabajadoras se organizaron sindicalmente en 2007, la gerencia
rápidamente formó un sindicato bajo control patronal para simular que existía
una buena relación laboral. El sindicato patronal ha sido el encargado de
mantener a raya a las trabajadoras para evitar el mejoramiento de las
condiciones laborales y un verdadero clima de cooperación laboral.
CALVO ha
sido el escenario de protestas y denuncias en los últimos años, aparte del
sostenimiento de la empresa de un sindicato patronal. Estas van desde el uso de
guardias armados dentro de la planta, pruebas de polígrafo a las trabajadoras,
intoxicaciones masivas, despidos antisindicales, discriminación, chantaje y
otras, han sido coordinadas desde la Oficina de Recursos Humanos con la anuencia
del Sindicato Patronal. Al mismo tiempo, los altos ejecutivos mantienen una
política muy agresiva de simulación, la cual ha incluido una fuerte inversión
para promover una imagen de empresa progresista y socialmente responsable.
Recientemente,
mientras la empresa anunció incrementos en sus ganancias y ventas de hasta un 9%
durante 2009, paralelamente intenta reducir las prestaciones a las trabajadoras,
las cuales son usualmente presumidas por sus ejecutivos. Desde hace 5 años, la
empresa otorga el 14 de febrero un bono de $ 150.00 a los empleados en el
llamado “día del trabajador de CALVO. El año pasado intento eliminarlo y
fracaso ya que el Ministerio de Trabajo estableció que es una "Costumbre de
Empresa" obligación inherente a todos los contratos con las trabajadoras, según
el Art. 24 del Código de Trabajo.
Este año,
haciendo uso de pobres argumentos y documentos sin sustento legal, la empresa
pretende reducir el bono a $ 75.00, argumentando que ha sido cambiado por este
que supuestamente premia la reducción del ausentismo. Esta intención ha iniciado
una ola de descontento dentro de la fuerza laboral de CALVO. La mayoría
de trabajadores en CALVO, son mujeres, y utilizan su bono para cubrir los
gastos escolares de sus hijos, dado que precisamente este día, han iniciado las
clases a nivel nacional.
El día jueves 13
de enero, la empresa informó a los trabajadores que no daría el bono
acostumbrado y que en su lugar darían una bonificación por ausentismos
correspondiente a $ 75.00 queriendo al mismo tiempo manipular un acta del año
pasado en que informaron a los sindicatos de sus intenciones.
Siendo que la ley
salvadoreña establece que los derechos laborales son irrenunciables y el
antecedente de la resolución del año pasado de la costumbre de empresa, el
sindicato obrero SITIPA solicitó el 17 de enero por escrito al Director
General de Trabajo una inspección en la empresa, y una audiencia conciliatoria,
en la que llamase al representante legal de CALVO al Ministerio de
Trabajo para conciliar este conflicto.
El día miércoles
19 de enero de 2011, las trabajadoras de CALVO ante un cierre de
posibilidad de dialogo en este tema por parte de la empresa, realizaron un paro
espontáneo en las instalaciones de la planta ubicada en La Unión, el cual
consistió en dejar de laborar sin abandonar sus puestos de trabajo.
Durante, la
protesta, el Gerente de Recursos Humanos, Eduardo Meléndez agredió a una
trabajadora en el marco de sus intentos de amenazarles para que regresarán a sus
labores. Asimismo, el director de operaciones Miguel Peñalva, amenazó con
hacer uso de la Policía para desalojar a las mujeres que no quisieran trabajar.
Posteriormente
ante la llegada del Ministerio de Trabajo, sus delegados pudieron constatar que
las trabajadoras habían cesado sus labores de manera pacífica, sin obstaculizar
a quienes no participaban en la acción. Nuevamente el director de operaciones de
CALVO, Miguel Peñalva, se negó a sentarse a dialogar sobre
la obligación de cumplir con el bono como debe ser por costumbre de empresa.
Al día siguiente,
ya fuera de la presencia del Ministerio de Trabajo, Gerente de Recursos Humanos,
Eduardo Meléndez, el abogado Boris Quintanilla y la directora de
RRHH Marisol Salinas, reunieron a 150 trabajadoras y anunciaron que
estaban suspendidas por UN DÍA en castigo por protestar por sus legítimos
derechos. Al unísono las trabajadoras LES
APLAUDIERON en señal inequívoca de su decisión de seguir luchando.
Al día siguiente
el viernes 21 de enero, las trabajadoras suspendidas se concentraron en el
parque de La Unión y marcharon hacia la delegación del Ministerio de Trabajo
para consultar sobre la legalidad de dicha suspensión, pues el Gerente
Eduardo Meléndez, les había manifestado que contaba con la aprobación del
Ministerio de Trabajo para hacerlo. Los delegados del Ministerio, negaron la
versión del gerente y anunciaron que esta semana, esta programada una serie de
inspecciones en la atunera, para verificar una larga lista de denuncias que han
llegado a dicha cartera de Estado, incluyendo, despidos, falta de cumplimiento
de recomendaciones, la falta de pago del bono, la suspensión de trabajadoras y
las agresiones de Eduardo Meléndez a una de ellas.
En este marco, y
ante la escalada de represión de la empresa CALVO, CEAL en apoyo a
la justa lucha de las trabajadoras organizadas en el sindicato SITIPA-FESTSSABHRA,
iniciará la entrega y difusión de una serie de denuncias, las cuales han
sido recopiladas durante dos años y que incluyen desde despidos y represalias a
trabajadoras que han abandonado el sindicato patronal, hasta problemas de salud
e higiene en la planta de CALVO ubicada en Punta Gorda La Unión..
CEAL hace un
llamado a las organizaciones nacionales e internacionales, a estar pendientes de
la próxima entrega de esta serie de denuncias, y a solidarizarse con la justa
lucha de las trabajadoras de CALVO.