Con Siderlei
Silva de Oliveira
Continúa el conflicto
en Cargill Sidrolândia
La empresa se niega a cumplir
con el dictamen
de la justicia laboral
El
pasado 10 de noviembre los trabajadores y trabajadoras de Seara
Cargill, en Sidrolândia, paralizaron sus actividades en reclamo
del pago de un porcentaje extra por “insalubridad” que ya fue
dictaminado por la justicia laboral brasileña.
Sirel
conversó con Siderlei Silva de Oliveira, presidente de la
Confederación Nacional de Trabajadores de la Industria de la
Alimentación (CONTAC), que está participando del proceso
de negociación, quien comentó en qué instancias está el
conflicto.
-¿Cuáles son
los motivos por los cuales los trabajadores y trabajadoras de
Seara Cargill comenzaron la huelga?
-Cargill está incumpliendo con el pago por
“insalubridad”, que ya fue sentenciado por el Supremo Tribunal
Federal del Trabajo, máximo organismo de la justicia laboral en
Brasil. La empresa se rehúsa a pagar ese legítimo
beneficio de sus trabajadores y trabajadoras utilizando
diferentes ardides jurídicos para retrasar el cumplimiento de
esta medida. Por este motivo. los trabajadores, reunidos en
Asamblea, decidieron paralizar las actividades hasta que
Cargill revea su posición frente a esta cuestión.
-¿De qué se
trata el pago por “insalubridad”?
-Es un porcentaje extra que la empresa debe pagar a los
trabajadores que desempeñan tareas en sectores donde la
temperatura está por debajo de los 12ºC. La justicia dictaminó
que ese porcentaje sea del 20 por ciento sobre el salario.
-¿Qué
convocatoria ha tenido la paralización?
-Pararon 2.600 trabajadores, lo que significa un 90 por
ciento de la plantilla, con una importante adhesión de mujeres
trabajadoras que por su parte representan el 60 por ciento del
personal de la fábrica. Cada día que pasa se suman más y más
trabajadores a pesar de las presiones que viene ejerciendo la
empresa para forzarlos a que retomen sus tareas.
Quisiera señalar algo muy importante que personalmente tomo
como una devolución de solidaridad: las tribus indígenas Terenas,
de Mato Grosso, se han acercado al sindicato para ofrecer su
colaboración y apoyo total como forma de retribuir las acciones
que la organización sindical llevó adelante en el caso de la
muerte el pasado año de Marco Antonio Pedro, a
consecuencia de un accidente laboral, debido a las pésimas
condiciones de seguridad en las que desarrollaba su tarea. Este
apoyo es muy importante, ya que el 30 por ciento de los
trabajadores de la fábrica es indígena.
-¿Cómo está
reaccionando la empresa?
-Está presionando por medio de la Policía, coaccionando a los
trabajadores para que abandonen la paralización. Pero no ha
logrado incidir en el ánimo de los compañeros y las compañeras,
porque esta es una huelga legal y es un derecho de la clase
obrera.
En este momento se está definiendo quiénes integrarán la mesa
de negociación. Cargill pretende imponer como condición
que la CONTAC no participe, pero por su parte, los
trabajadores no se sentarán a negociar si la Confederación no
está presente.
-Si no se
alcanza una instancia de negociación, ¿qué otras medidas
tomarán?
-Como primera medida estamos organizando la solidaridad
internacional, que es muy importante en este caso, pues
Cargill es una transnacional que opera en más de 160 países.
Hemos comunicado esta situación a nuestra Internacional, UITA,
a la Asociación Europea de Consumidores, a la Asociación Europea
de Criadores y Exportadores de Pollo, como forma de presionar a
una pronta solución de este conflicto.
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