Se mantuvieron reuniones durante todo el día pero no se
logró destrabar el conflicto. Moyano se sumó al reclamo
de los
trabajadores neuquinos.
El Ministerio de Trabajo de la Nación dictó ayer la
conciliación obligatoria que intima a la embotelladora
Polar a reincorporar a los 145 obreros desplazados. La
CGT, en tanto, amenazó con un paro provincial para el
lunes, mientras que el secretario general a nivel
nacional, Hugo Moyano, manifestó su apoyo y aseguró que
podría frenarse la producción y distribución de las
plantas de Coca Cola en todo el país.
Durante toda la jornada, representantes de la firma
chilena, de los gremios y de las carteras de trabajo
nacional y provincial mantuvieron varias reuniones
buscando una salida al cierre de la línea productiva de
la embotelladora, que deriva en los despidos.
“Estamos tratando de que tomen conciencia, con
responsabilidad social empresaria, de que no se puede
generar una situación así de la noche a la mañana”,
señaló la delegada local del Ministerio de Trabajo de la
Nación, María Maldonado.
La funcionaria aclaró que la empresa “no tuvo mucho para
aducir porque dijeron que era decisión tomada”.
Sobre los alcances de la conciliación, Maldonado explicó
que se intimó con apercibimiento de ley a que se
retrotraigan los despidos para comenzar las
negociaciones. La medida también obliga a los
trabajadores a desocupar la planta, que está tomada
desde el martes.
Si bien hay un período abierto para tomar la decisión,
la compañía Polar aún no acató la medida, aunque los
diálogos telefónicos continuaban ayer por la noche.
Decisiones gremiales
Mientras se apuran las negociaciones, el conflicto tomó
repercusión nacional. El secretario general de la CGT,
el camionero Hugo Moyano, prometió su apoyo y dijo que,
de no solucionarse, podría lanzar un paro nacional en
todas las plantas que fabrican Coca Cola, tanto en la
producción como en la distribución.
A su vez, los secretarios generales de la CGT a nivel
local se reunirán hoy y podrían lanzar un paro para el
lunes en apoyo al reclamo de los trabajadores. El
titular del gremio en la provincia, Sergio Rodríguez,
aseguró que “llama la atención la actitud de la
empresa”. “La decisión que tomó Polar tiene un alto
impacto social y van a tener que hacer algo”, remarcó.
Por su parte, el delegado de la empresa, Edgardo Soto,
aseguró que continuarán con la toma de la planta hasta
que la firma chilena acate la conciliación. También
criticó la falta de intervención del intendente Martín
Farizano y dijo que realizarán una marcha de difusión en
el marco del aniversario de la ciudad de Neuquén.
"Queremos que la planta se ponga a producir. No nos van
a arreglar poniéndonos a pintar paredes", afirmó el
gremialistas.
El gobierno provincial
pide explicaciones
El secretario de Trabajo de la provincia, Oscar Closs,
afirmó ayer que el cierre de la planta embotelladora
Coca Cola conlleva “un costo social muy alto para las
más de 143 familias que podrían quedar en la calle”, por
lo que solicitó a la empresa Polar S.A. -mediante el
envío de una nota- un detallado informe para acreditar
de manera fehaciente “las razones empresariales,
técnicas y legales que fundamenten la medida adoptada”.
Closs explicó además, que el Gobierno ya conocía la
situación y que en su momento advirtió a la firma
chilena que una decisión de ese tipo era “preocupante
para las familias involucradas”.
Según se explicó oficialmente, la empresa Polar adujo
que la decisión se debía a las exigencias
internacionales de la empresa Coca Cola que los obliga a
realizar una fuerte inversión, que demanda un predio de
25 hectáreas para colocar las nuevas líneas de
producción y más de 100 millones de dólares para
continuar en Neuquén. Es por ello que optarán por
trasladarse a Bahía Blanca, donde ya cuentan con una
planta apta para tales exigencias.
Desde la embotelladora aseguraron que los despedidos no
iban a superar los 30 años de promedio y que se
otorgarían indemnizaciones mayores a las que
habitualmente se realizan.