"No
va a haber una sola botella para abastecer el mercado,
no va a haber ni una sola lata de Coca Cola. Todo el
país estará parado", señaló el dirigente Raúl Álvarez.
En el
marco del conflicto que están viviendo los trabajadores
de Embotelladora Polar, ayer llegó a la capital neuquina
Raúl Álvarez, secretario General de Fataga (Federación
Trabajadores de Aguas y Gaseosas)
y se
encontró con los trabajadores y sus familias en la
planta que tiene la empresa sobre la calle Perticone.
Allí, y antes de compartir un almuerzo en los galpones
de la empresa con los 143 empleados despedidos, la
familia y dirigentes que llegaron de Buenos Aires y
Bahía Blanca, Álvarez les anunció a los trabajadores que
Fataga había decidido en la noche anterior que, si no
hay solución, todas las plantas del país se paralizarán.
La fecha límite es el tiempo estipulado por el
Ministerio de Trabajo de Nación a través de la
conciliación obligatoria, que da tiempo a la empresa
hasta las cero del miércoles para reactivar la planta y
restituir a sus puestos a todos los trabajadores.
Advertencia
"Si no hay solución y no se empieza a producir antes del
martes a las 24, el paro va a ser generalizado, todas
las plantas del país de Coca Cola, aguas, sodas y
cervezas van a dejar de producir", dijo el secretario
general.
"No va a haber una sola botella para abastecer el
mercado, no va a haber ni una sola lata de Coca Cola.
Todo el país estará parado, y ya tenemos el compromiso y
acompañamiento de Hugo Moyano de parar todo a través de
la distribución", les comunicó a los trabajadores,
quienes aplaudieron la noticia.
Aliento
En su discurso, Álvarez instó a los trabajadores a
mantenerse unidos, "es una situación dolorosa porque uno
no sabe dónde está el futuro. Está la plata que han
depositado, pero uno no sabe cuanto va a durar, se que
los días son largos y la familia pesa, pero lo
importante es la unión. No nos van vencer", les dijo.
"Hay un compromiso de no entregar ni una sola lata de
Coca Cola. La actitud es rara, es la primera vez que
pasa esto en una empresa como esta. La actitud de
soberbia no la entendemos, están perdiendo plata",
afirmó.
Luego afirmó: "No sólo todos los trabajadores tienen que
ser reintegrados, sino que también esta planta debe
volver a funcionar", dijo el secretario general de
Fataga, que por la tarde volvió a Buenos Aires, pero
aseguró que en caso de que este conflicto se profundice
mandará más trabajadores de todo el país a Neuquén a
acompañar la lucha de los 143 empleados despedidos.
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