-¿Satisfechos con el resultado logrado después de tantos días
de lucha?
-(BH) Imagínate. Fue un conflicto que no
merecíamos, que nació en el extranjero,
en Chile –donde está la casa
matriz del Grupo Polar–. No es el
primer conflicto que tenemos con estos
empresarios, la relación siempre ha sido
muy dura de manejar.
Después de tantos días de ocupación de
la planta, tenemos la satisfacción de
participar en este Congreso, sabiendo
que hemos cumplido con nuestra gente. No
fue fácil, pero la firmeza de los
trabajadores y la solidaridad de muchas
organizaciones, entre ellas la UITA,
lograron que la planta hoy esté
funcionando.
-Pienso que un momento determinante fue la presencia en la
planta de Raúl Álvarez, secretario
general de FATAGA…
-(GL) Como lo manifestamos en la
plenaria del 60 Congreso, su presencia,
palabras y actitud fueron fundamentales,
como una inyección que renovó nuestra
voluntad de lucha y nuestro ánimo.
También estuvieron delegados de
Sindicatos de Capital Federal y de Bahía
Blanca, lo cual valoramos mucho.
La gente se sintió respaldada y, como lo
señalaste en tus palabras, sentimos el
frío del clima mientras ocupamos la
planta, pero nunca el frío de la
soledad, pues siempre estuvimos
acompañados por mucha gente a través de
su presencia o por medio de las cartas y
notas que nos llegaron de todos lados.
Cerraron la planta, pagaron las indemnizaciones, y hoy la
planta está funcionando… es algo que no vamos a olvidar
fácilmente, una conquista de la cual debemos sentirnos
orgullosos. Dimos una hermosa lucha
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-¿Es cierto que leían en Asamblea las cartas de respaldo y
solidaridad que llegaban del exterior?
-(ON) Sí, y eso también sirvió para
generarnos confianza y darnos fuerza
para seguir luchando a pesar de todo.
Llegaron cartas desde Brasil,
Colombia, Perú, Nicaragua,
Uruguay, nos sentimos muy
respaldados. Y, además, el apoyo que
tuvimos de FATAGA, fue
fundamental para llevar las cosas a buen
término.
Hoy la gente de Neuquén tiene puesta la
camiseta de FATAGA, la sienten
parte de su historia. Antes a muchos
compañeros les costaba comprender la
Federación y su funcionamiento, lo que
es entendible porque estamos hablando de
realidades separadas por más de 1.200
kilómetros de distancia. Lo mismo
sucedía cuando hablábamos de la UITA…nuestros
compañeros no sabían muy bien qué era,
no entendían qué hacía.
Hoy, sin embrago, todos saben de la
importancia de FATAGA y de la
UITA, y saben también que ese
respaldo que recibimos fue trascendente.
-(GL) Ahora nuestros compañeros
entienden la importancia de la función
de Raúl Álvarez como secretario
general, porque mientras nosotros
ocupábamos la planta, él presionaba a la
empresa desde Buenos Aires y coordinaba
las acciones de denuncia internacional.
Para nosotros esta lucha y sus
resultados son históricos. Cerraron la
planta, pagaron las indemnizaciones, y
hoy la planta está funcionando… es algo
que no vamos a olvidar fácilmente, una
conquista de la cual debemos sentirnos
orgullosos. Dimos una hermosa lucha.
Fue muy emotivo dar la noticia de que
habíamos ganado la batalla, de que
habíamos salvado nuestras fuentes de
trabajo. Eso sucedió alrededor de las
once de la noche del 15 de setiembre y
tuvo su momento más emotivo en la
Asamblea General, realizada al otro día.
Fueron momentos de liberar tensiones,
llantos y festejos.
-¿Qué mensaje le darían a todas aquellas organizaciones que
les apoyaron en su lucha?
-(BH) Creo que esto ha sido una
enseñanza de cómo deben llevarse
adelante estas luchas, de cómo debemos
colaborar entre nosotros. Ha sido un
ejemplo de unidad y solidaridad y
nosotros estamos muy agradecidos.
Garabito Leonardo y Bernardino Herrera de FATAGA |
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Omar Navarrete y Garabito Leonardo
de FATAGA |
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Parte de la
delegación de
Neuquén en el
60° Congreso de
FATAGA |
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