Del 20 al 22 de julio,
Gustavo Sotelo y Francisco Agudo, respectivamente presidente y directivo del
Sindicato de Trabajadores de Coca Cola (STCC) de Uruguay, estuvieron en Asunción
para entrevistarse con la empresa Paraguay Refrescos SA (PARESA) -que tiene la
franquicia de la transnacional para toda la República del Paraguay- y con el
Sindicato.
-¿Cuál fue el propósito del viaje?
-Hace aproximadamente un mes y medio nos enteramos de que
Coca Cola
de
Uruguay
traerá agua saborizada desde el Paraguay.
Ante
esta información nos pusimos en contacto con los compañeros paraguayos –también
afiliados a la FELATRAC y a la UITA- para tener más detalles.
Queríamos saber, por ejemplo, qué
volumen de agua saborizada será ingresado a Uruguay, si bien la compañía
había declarado que se trataría de una cantidad pequeña.
Así
que estuvimos en Asunción por tres días. Nos reunimos con el Sindicato, con la
empresa y conocimos la planta industrializadora.
-¿Es
una planta importante?
-Es
mucho más grande que la uruguaya. La fábrica está ubicada en un predio que ronda
las 17 hectáreas, cuenta con siete líneas de producción y un sector aparte,
dedicado al envasado de jugos concentrados, además de dos sopladoras de
botellas.
Una
de estas sopladoras trabaja directamente con las líneas de producción porque
puede trabajar con cualquiera de las líneas PET.
En
total hay unos 1.200 trabajadores y entre 200 y 250 camiones que abastecen todo
el país.
-Se
reunieron con la empresa…
-Sí,
la entrevista la programó el Sindicato. Nos reunimos con Maritté Llamosas,
gerente de Recursos Humanos, y fuimos bien recibidos. Cabe destacar que nos
proporcionó la información con la que contaban, que coincide con los datos que
suministró la compañía aquí en Montevideo, y se trata de una importación
pequeña.
-La
diferencia salarial en ambas plantas, llama la atención…
-Sí,
y es bastante importante. Hay que destacar que los contextos son diferentes,
tanto en lo económico como en lo sindical.
Mientras en Uruguay hay
una sola central obrera, en Paraguay hay siete. Por otra parte, los 35 años del
gobierno dictatorial de Stroessner
han marcado
muy profundamente a la sociedad paraguaya.
Pero
lo cierto es que un maquinista de llenadora o un motorista ganan en Uruguay
unos 1.500 dólares, mientras que en Paraguay cobran entre 650 y 680
dólares. Los jefes de línea afiliados al STCC ganan en promedio entre
2.200 y 2.300 dólares, y en Paraguay su salario varía de 780 a 820
dólares.
-¿Cómo continúa este asunto de la importación de productos desde Paraguay?
-Hemos firmado un acta con Coca Cola en la cual se acuerda que si el
producto tiene una demanda interesante en Uruguay, la empresa tiene la
intención de embotellar aguas saborizadas aquí, lo cual es sumamente importante
para los trabajadores de nuestro país.