Sirel dialogó con Roberto Martínez, secretario general
del
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de
los Alimentos y Bebidas (SICO), para conocer la
problemática que enfrentan los trabajadores de la
transnacional en el país.
-¿Cuáles son los problemas en Coca Cola FEMSA?
-Después de casi un año de negociación, se firmó
finalmente la Convención Colectiva el pasado mes de
enero. El principal problema que tenemos actualmente es
que la compañía realiza la interpretación que quiere de
la Convención Colectiva.
Por ejemplo el artículo 5, que refiere a los permisos
sindicales no lo respeta, desconociendo de esta manera
lo que logramos en la mesa de negociación.
La empresa quiere que los permisos sindicales sean
divididos entre las organizaciones sindicales que
coexisten en la compañía y los trabajadores no estamos
dispuestos a que se nos niegue el fuero sindical.
Se suma a este incumplimiento del acuerdo firmado, la
creciente incorporación de trabajadores tercerizados. En
la planta de
Coca Cola FEMSA
de Villavicencio fueron desplazados los compañeros que
realizaban el turno de la noche porque la empresa
contrató personal tercerizado para cumplir con las
tareas en ese horario, constituyendo una clara violación
a la legislación laboral colombiana.
-¿La tercerización se da solo en Villavicencio?
-No, también tenemos problemas en la planta de Bogotá,
con los trabajadores del sector Ventas, casi el 90 por
ciento está tercerizado en este momento y recientemente
se tercerizaron varias líneas de distribución de agua.
En
Coca Cola FEMSA,
existen trabajadores de primera y de segunda. Un
trabajador temporal o tercerizado no tiene las mismas
garantías que uno permanente.
Los trabajadores tercerizados son cada vez más porque se
les paga menos y no se los contempla a la hora de
ofrecer beneficios. Además con esta modalidad de
contratación,
Coca Cola FEMSA
se deslinda de cualquier responsabilidad para con esos
obreros.
Por otra parte los trabajadores sindicalizados sufrimos
una constante persecución por parte de la compañía, que
últimamente viene aplicando sanciones disciplinarias a
diestra y siniestra sin ningún fundamento. He escuchado
que es una práctica que se pone de moda entre las
transnacionales.
Otro tema preocupante, es que corre el rumor de que
Coca Cola FEMSA,
presionada por el gobierno distrital, va a deslocalizar
la planta de Bogotá hacia un municipio aledaño llamado
Sopó, a 50 kilómetros de la capital.
Si esto se da, se nos avecina un panorama aún más
oscuro.
-¿Qué acciones está llevando adelante el SICO?
-En una primera instancia estamos realizando la denuncia
pública de estos hechos y también iniciamos querellas
ante el Ministerio de Trabajo y Protección Social por
los casos puntuales de los compañeros de Villavicencio.
Esperamos el apoyo de la UITA y de la FELATRAC
que será fundamental para enfrentar esta problemática
que estamos viviendo y la que se nos avecina.