¿Cuáles
son los antecedentes de la movilización?
-Los
Teamsters afilia a 1,4 millones de
trabajadores en Estados Unidos
y Canadá, y 14 mil de ellos en el
sistema Coca Cola. En los
últimos años ha sido crecientemente difícil
llegar acuerdos colectivos con las
embotelladoras y también tenemos muchas
dificultades cuando sus empleados quieren
afiliarse a nuestro sindicato. Estas
rispideces se agudizaron cuando ellos
anunciaron que abrirán una nueva
distribuidora de bebidas de Coca
Cola en el sur de California, en un
pueblo llamado Oceanside. En esa misma
región ya existen otras tres embotelladoras
y distribuidoras, todas representadas por
nuestro sindicato. Esta nueva distribuidora
abrirá sin sindicato, y al mismo tiempo
tomará desde esa implantación varias de la
rutas de distribución atendidas hasta ahora
por las empresas ya existentes. Eso
significa que habrá una merma del trabajo en
las empresas sindicalizadas y un incremento
en la no sindicalizada. Por otra parte, la
empresa acepta que los antiguos trabajadores
se postulen para ingresar a la nueva planta,
pero les exige que renuncien a todos sus
anteriores beneficios y derechos como
antigüedad, etc.
En nuestra
opinión es una violación de los acuerdos
colectivos, y también de la normativa
laboral, por lo que hemos iniciado una
acción en la justicia.
¿Cómo
ha reaccionado la empresa ante esas
acciones?
-La empresa
continúa con su estrategia, publicando
avisos en la prensa, haciendo llamados a
nuevos trabajadores. Hasta ahora ha hecho
caso omiso de todas nuestras denuncias y
advertencias. Este es el colmo de la mala
relación con Coca Cola
Enterprises en Estados Unidos
y Canadá.
-¿Qué
camino han tomado como sindicato?
-Hemos
decidido llevar a cabo acciones más fuertes
contra la empresa para obligarla a que actúe
de una forma más respetuosa con nosotros. En
este último mes hemos realizado una serie de
actividades, especialmente en eventos
deportivos patrocinados por CCE,
donde nuestros afiliados repartieron
volantes a la asistencia explicando cuál es
nuestra situación y cómo está actuando esta
empresa.
-¿Qué
ocurrirá el próximo 2 de abril?
-Es un día
de acción nacional en Estados Unidos donde
la mayoría de nuestros afiliados en la CCE
va a demostrar su disgusto con la actitud
antisindical de la empresa, inclusive todos
estamos llevando una escarapela solicitando
a Coca Cola que respete a los
trabajadores. Grupos de trabajadores van a
solicitar una reunión con la gerencia para
expresarles nuestro rechazo al
emprendimiento en Oceanside y a las trabas y
presiones mantenidas sobre los trabajadores
que desean afiliarse a los Teamsters.
Estamos muy
agradecidos de que otros sindicatos, en
particular de la embotelladora CCE, y
por intermedio de la UITA, participen
en nuestro día de acción. En el reciente 25
Congreso de la UITA se aprobó una
resolución de solidaridad con nuestro
conflicto, y sabemos que hay sindicatos en
Guatemala, Honduras,
Uruguay, India, Rusia y
otros que quieren solidarizarse con nosotros
también en Europa porque están
enfrentando serio problemas de reducción de
personal.
-¿Este
tipo de acción global es una novedad?
-Es algo
que cada vez más nos estamos acostumbrando a
hacer en función de que se trata de un mismo
empleador; son empresas tan grandes que en
un solo país es difícil poder actuar
eficazmente. Esta solidaridad que se ha
creado para el 2 de abril es un poco
novedosa, pero sobre todo es muy necesaria y
se debe incrementar. Esta es una meta muy
importante para la UITA, como quedó
claro en su Congreso, porque es más fácil
enfrentar estos desafíos juntos. Nos alienta
mucho saber que los trabajadores y
trabajadoras de América Latina,
Asia y Europa nos estarán
apoyando en esta lucha.
Carlos Amorín
©
Rel-UITA
30 de marzo de 2007 |
|
|
|