La lucha de los trabajadores y
trabajadoras más la presión internacional fueron determinantes para que
el SUT lograra suscribir un nuevo Convenio Colectivo. El proceso
negociador duró varios
meses, donde las tensiones llevaron al Sindicato al borde de la
huelga. SIREL conversó con Daniel Reyes Sánchez,
Secretario General del Sindicato Único de Trabajadores de Coca Cola -
FEMSA, para conocer en detalle sobre el desarrollo de la negociación y
la firma del Convenio.
-Hace cuatro meses la situación entre el Sindicato y
la empresa estaba muy tensa y se iba rumbo a una huelga general. ¿Qué
pasó después?
-Después de la asamblea general del pasado 19 de febrero,
donde decidimos cambiar de nombre al sindicato para adecuarnos al cambio
de razón social de la empresa y prepararnos a una eventual huelga
general, seguimos manteniendo abierta la puerta al diálogo con la
empresa y con el Ministerio del Trabajo (MITRAB), con la finalidad
de acercar posiciones.
Los puntos más importantes eran sobre el manejo del personal
y los despidos injustificados que la empresa estaba practicando. En el
mes de mayo logramos cerrar un capítulo muy difícil: los “Cargos de
Confianza”. La empresa siempre quiso que las personas que tenían esos
cargos no podían afiliarse al Sindicato. Esto no estaba definido en el
antiguo Convenio y creaba mucha confusión.
Para no estar desgastándonos antes de comenzar la negociación
del Convenio Colectivo, al final se acordó que los prevendedores
(asesores de venta) quedaran asimilados como “cargos de confianza”.
-¿Cuáles son los
elementos que llevaron la empresa a detener las actitudes represivas y a
buscar un entendimiento con los trabajadores?
-Han habido varios factores. Fue determinante el apoyo
solidario que recibimos de la UITA. La información que nos
suministraron, la visibilidad en los medios que dieron a nuestra lucha,
más la presión directa a la transnacional, fueron acciones decisivas. A
ello hay que añadir, la denuncia pública realizada en Nicaragua y la
denuncia en la Comisión Laboral de la Asamblea Nacional.
-¿Cuándo comenzó la
negociación del Convenio Colectivo?
-Comenzamos el 18 de mayo y lo cerramos el 14 de junio. Casi
un mes de trabajo y de negociaciones muy tensas y con muchas
dificultades, pero el resultado nos deja muy satisfechos. La
empresa manifestó la intención de mejorar su relación con el Sindicato.
En este sentido, tenemos que reconocer que ha habido cambios
favorables.
-¿Cuáles son
los logros a destacar en el nuevo Convenio Colectivo?
-Se avanzó notoriamente
en la parte económica que incluye todos los aspectos relacionados con el
salario, el pago de viático, de alimentación, las uniformes, el
transporte, etcétera. Además logramos insertar tres cláusulas que para
nosotros tienen una importancia fundamental. ¡No fue fácil! para que
tengas una idea en siete días firmamos 69 cláusulas y el resto de la
negociación fue sólo para esas tres.
-¿Qué tratan
esas cláusulas?
-Refieren a los "Cargos
de Confianza", la "Solución de Diferencia" y "Fuero Sindical", que van a
dar muchas garantías a los afiliados al sindicato.
-¿Cuáles son
sus contenidos?
-Sobre los Cargos de
Confianza, se reglamentó a pesar de que estas personas no son afiliadas
al Sindicato. Obtuvimos que en caso de aplicación del artículo 45
(despido injustificado), los trabajadores obtengan varios beneficios.
La cláusula 14,
“Solución de Diferencia”, deja sentado que por cualquier causa o motivo
que la empresa pretenda despedir a un trabajador afiliado, tendrá que
formar la Comisión Bipartita y sólo esta Comisión tendrá el poder de
decidir. En el caso de no llegar a un consenso, y si no hay consenso
entre las partes, se pasará el caso a una instancia superior, en el MITRAB.
El “Fuero Sindical”, además de estar reconocido por la Constitución y el
Código del Trabajo, también lo insertamos en el Convenio Colectivo.
Garantiza que mientras los miembros de la Directiva del Sindicato estén
en el ejercicio de sus funciones no podrán ser despedidos sin una causa
justificada y con el consenso del MITRAB.
-¿Qué papel
jugó el MITRAB en la solución del conflicto?
-Para decir la verdad
nos sentimos inconformes con la actitud del MITRAB, porque jugó un papel
ambiguo. No se definió como autoridad para decirles a las partes lo que
consideraba correcto o incorrecto. Lo único que se limitó a decir fue
“lo que las partes acuerden” y no tuvo el valor o la capacidad
de advertir cuando se estaba violando la Ley o dar su opinión a lo largo
del proceso.
-¿La firma del
Convenio ayudó de alguna manera el caso de Rolando Calero, el trabajador
que sufrió un grave accidente de trabajo y que fue despedido por la
empresa?
-No se pudo hacer nada
y no se pudo resolver por la vía sindical, ya que la empresa no quiso
reintegrarlo a su trabajo. Ahora su caso pasó a mano de los jueces en
los Juzgados del Trabajo y una vez que sale del ámbito de la compañía y
pasa al Juzgado, como Sindicato ya no podemos hacer nada para su
reintegro. Lo bueno es que por su enfermedad está recibiendo una pensión
del Seguro Social y estamos esperando que el Tribunal se pronuncie
favorablemente.
¿Algo más que
quieras agregar?
-En nombre de todos
nuestros afiliados y afiliadas y de la Junta Directiva en especial,
queremos agradecer a la UITA por su amplio respaldo solidario. Sin dudas
su activa intervención fue uno de los elementos que coadyuvó al cambio
de actitud de la empresa.
En
Managua, Giorgio Trucchi
© Rel-Uita
22
de junio de
2006 |
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