Francia │ SINDICATOS │ DOUX
Comunicado de la FGA-CFDT
y la URI-CFDT Bretagne
Después de la reciente declaración de quiebra del Grupo Doux, mayor
exportador avícola de Francia, lo que pone en grave amenaza más de 3 mil
empleos, la Federación General de la Alimentación (FGA-CFDT) junto a la
Regional concernida por la situación, emitió ayer un comunicado que
Sirel difunde a continuación.
¿El Grupo Doux hacia
una recuperación judicial?
La FGA-CFDT y la
Unión Regional CFDT Bretagne
no están
sorprendidas
La FGA-CFDT y la URI-CFDT
Bretagne desgraciadamente no están sorprendidas por la decisión del
Grupo Doux de dar quiebra.
Ya el 26 de julio de 2004 la FGA-CFDT
titulaba en un comunicado de prensa: “¿Adónde va el Grupo Doux?”.
Y no era la primera vez.
Hoy, los argumentos avanzados para esta
quiebra, así como los esgrimidos la semana pasada para justificar el
alejamiento de la Dirección nombrada hace ocho años, nos dejan
perplejos.
En efecto, decir que la responsabilidad
de la actual situación del Grupo incumbe al equipo dirigente
recientemente desembarcado es, a los ojos de la FGA-CFDT y de la
URI Bretagne, un atajo demasiado rápido. Es olvidar que desde
hace más de 20 años el Grupo cerró 25 plantas en Francia y perdió sus
filiales española y alemana.
Es olvidar también que la Dirección
cesada fue designada para intentar enderezar una situación ya
preocupante creada por quienes hoy retoman las riendas.
Es también olvidar que han sido las
opciones estratégicas hechas en primer lugar por el principal accionista
– incambiadas por la nueva Dirección y varias veces denunciadas por la
FGA-CFDT- las que han conducido al Grupo hasta esta situación de
hoy.
La FGA-CFDT y la URI Bretagne reafirman
que la razón de la crisis actual es la política empresarial conducida
por más de 20 años por ambas Direcciones.
Los trabajadores, en primera línea, son quienes
han pagado las consecuencias más pesadas de esas
opciones. Los que han perdido sus empleos, por
supuesto, pero también los que permanecieron
menoscabando sus salarios, sus condiciones de
trabajo, sin que eso se tradujera en una
recuperación del Grupo, contrariamente a lo que
prometía la Dirección para justificar sus
reestructuras. Todo lo contrario… |
Los trabajadores, en primera línea, son
quienes han pagado las consecuencias más pesadas de esas opciones. Los
que han perdido sus empleos, por supuesto, pero también los que
permanecieron menoscabando sus salarios, sus condiciones de trabajo, sin
que eso se tradujera en una recuperación del Grupo, contrariamente a lo
que prometía la Dirección para justificar sus reestructuras. Todo lo
contrario…
¿Esta quiebra temida pero esperada es
otra estrategia del Grupo? ¿Cómo es posible que los elegidos por el
personal, reunidos con la empresa al principio de la semana pasada no
escucharan nada al respecto? ¿La “nueva Dirección” vuelve con sus
antiguas prácticas de diálogo social?
Preguntas que permanecen sin
respuestas.
¿Este anuncio le permitirá al Grupo
regresar a la superficie? ¿Cómo imaginar que los proveedores que penan
para hacerse pagar desde hace años y verán sus deudas congeladas
aceptarán volver a trabajar con Doux?
Y si así lo hicieran, ¿Cómo hará el
Grupo para recuperar los mercados que pierde inexorablemente desde hace
años sin un cambio estratégico de fondo?
El Grupo Doux ha hecho la opción de
tener presencia en mercados de bajo valor agregado y en los
subvencionados por la Unión Europea. No tuvo ninguna duda en ir a buscar
el dinero público para sostener su actividad, en lugar de desarrollar
mercados más ventajosos.
Hoy, esa opción arrastra a miles de
trabajadores.
En este contexto, los asalariados
tienen el derecho de dudar de la capacidad de los actuales dirigentes de
la empresa para solucionar una situación que ellos mismos generaron. Los
rumores de una venta parcial también son inquietantes, porque si bien a
corto plazo permitiría enjugar parte de la deuda, de ninguna manera
asegura su permanencia a largo plazo.
La FGA-CFDT y la URI
Bretagne esperan por lo tanto con impaciencia que los nuevos dirigentes
de Doux digan cómo entienden salir de este marasmo y salvar de
manera durable el empleo de los trabajadores.
París, 4 de junio de 2012.