compañias

JBS

Enviar este artículo por Correo Electrónico               

   Italia - Frigoríficos

Con Umberto Franciosi

Trabajadores demandan a

Inalca-JBS (Gruppo Cremonini) por política antisindical

 

 

El conflicto laboral iniciado hace nueve meses en la planta de Inalca-JBS (Gruppo Cremonini) en Castelvetro, Italia, llega ahora a la sección del Trabajo del Tribunal de Modena. Después de rehusarse a firmar una propuesta de la compañía que consideran altamente insatisfactoria, para la renovación del convenio colectivo que expiró hace casi dos años, la FLAI/CGIL y FAI/CISL demandaron a Inalca/JBS por su postura antisindical y por haber violado el convenio colectivo nacional italiano para el sector agroalimentario.

 

Para conocer cómo se llegó a esta situación, Sirel conversó con Umberto Franciosi, secretario provincial de la FLAI/CGIL en Modena, Italia.

 

-En abril de 2010 se reanudó la mesa de negociaciones con Inalca-JBS. ¿Que ocurrió después?

-Recordemos que en diciembre de 2008 expiró el Convenio Colectivo en la planta de Inalca-JBS en Castelvetro de Modena. Ante la mísera propuesta de la compañía se rompió la mesa de negociaciones e implementamos fuertes iniciativas de lucha, que llevaron a la reanudación del diálogo.

 

En mayo del año en curso, la UILA/UIL decidió aceptar una propuesta de la compañía, que la FLAI/CGIL y la FAI/CISL consideramos económicamente inaceptable y violatoria del Convenio Colectivo nacional para el sector.

 

-¿Cuáles son los contenidos que rechazan de la propuesta?

-El Convenio Colectivo nacional prevé que todos los convenios a nivel de planta que expiran antes del 30 de noviembre de 2010, deben ser renovados basándose en cantidades económicas no inferiores a las del antiguo convenio.

 

En este caso, el acuerdo que rehusamos firmar incluye cantidades económicas inferiores al convenio que expiró en diciembre de 2008. En algunas áreas, como en la de producción de hamburguesas, la reducción económica fue casi de la mitad.

 

También se hizo efectivo un mísero aumento de 258 euros para 2010 y 2011. Una limosna para una compañía de esta dimensión, que además los va a distribuir a través de ‘bonos’ para la compra de gasolina.

 

Siempre hemos rechazado esta forma de pago, porque es una argucia del sector empresario para no pagar las cotizaciones del seguro social y de esta manera bajar el costo del trabajo.

 

La mayoría de los trabajadores extranjeros, que son muchos en la planta de Castelvetro y que no tienen auto, tuvieron que vender estos ‘bonos’ a un valor mucho más bajo y se desató un verdadero ‘mercado negro’ de bonos.

 

-¿Qué ocurrió después de la firma del nuevo Convenio Colectivo?

-Pese a la baja afiliación que tiene en la planta, la UILA-UIL convocó a un referéndum, para que los trabajadores se expresaran sobre el acuerdo firmado. Pedimos que fueran las Representaciones Sindicales Unitarias (RSU) a hacerlo, pero no quisieron.

 

El proceso se caracterizó por el insólito activismo de dirigentes de la Inalca-JBS y jefes de área en la promoción de la consulta, en abierta violación del Estatuto de los Trabajadores.

Hubo también una extraña participación masiva de los empleados que nunca han participado en procesos de consulta. Al final, el 62 por ciento de los votantes apoyaron el acuerdo.

Ante todas estas irregularidades, la FLAI/CGIL y FAI/CISL decidimos demandar a la compañía.

 

-¿Cuáles son las acusaciones contra la compañía?

-El Estatuto de los Trabajadores prohíbe que el empleador interfiera en las actividades sindicales. Tiene que mantener una posición super partes y en este caso tenemos las pruebas que no fue así.

 

Desacreditó la imagen de nuestras organizaciones sindicales al no aplicar el Convenio Colectivo Nacional y ejerció presiones, para que los trabajadores votaran a favor del nuevo convenio en el citado referéndum.

 

Para nosotros es evidente que el objetivo es aislarnos y acabar con nosotros. Ahora será el juez quien decidirá sobre esta actitud de la transnacional, que para la FLAI/CGIL y la FAI/CISL es claramente antisindical.

 

-La FLAI/CGIL también denunció la falta de transparencia de la compañía acerca de la situación económica...

-A lo largo de más de un año de negociación, Inalca-JBS sostuvo estar viviendo una fase muy delicada, debido a la crisis económica mundial. Sin embargo, descubrimos que la compañía va a tener un Margen Operativo Bruto en 2010 de casi 100 millones de euros, y que el déficit se redujo de forma sustancial entre 2008 y 2009.

 

Por ello, solicitamos una reunión para dialogar sobre la situación económica de la empresa, la situación ocupacional, las inversiones y sobre todo, sobre el conflicto que se ha desatado entre el Gruppo Cremonini y la JBS, pero ni siquiera se nos respondió.

 

-¿Cuáles son los términos del conflicto entre las dos compañías?

-Hay varias acusaciones de ambos lados. Se están ventilando demandas en los tribunales y un arbitraje. JBS pidió la liquidación de la joint-venture, lo cual nos tiene sumamente preocupados.

 

Esperamos que prevalezca el sentido de responsabilidad de las dos partes, porque aquí está en juego el futuro de 1.000 trabajadores y trabajadoras.

 

En Managua, Giorgio Trucchi

Rel-UITA

21 de septiembre de 2010

 

 

 

 

Fotos: FLAI/CGIL

más información

 

  UITA - Secretaría Regional Latinoamericana - Montevideo - Uruguay

Wilson Ferreira Aldunate 1229 / 201 - Tel. (598 2) 900 7473 -  902 1048 -  Fax 903 0905