La
guerra comenzó en los años sesenta por el control de las
botellas de cerveza, aunque esto no era más que un
mecanismo para asegurarse posiciones de privilegio en el
mercado. Resuelto el problema de las botellas siguió la
disputa por las latas, y durante mucho tiempo
Cervecerías Barú tuvo que salir al mercado
utilizando latas importadas que eran más costosas que
las producidas en Panamá.
Sobre fines del siglo las empresas se enfrentaron en la
justicia, acusándose mutuamente de violar la libre
competencia por los acuerdos celebrados con los
vendedores.
En
el año 2002 se produjo la llegada del Grupo Bavaria,
en ese entonces de propiedad de la familia Santo
Domingo de Colombia, que compró en 260
millones de dólares a Cervecería Nacional.
Esa compra que les aseguraba el 80% del mercado
cervecero panameño, era parte de la estrategia de
consolidación regional que lo llevara a posicionarse
como la segunda cervecera de América Latina.
Tal
como señalara uno de sus directivos la intención era, no
solo consolidar esa importante posición en el mercado
local, sino utilizar la capacidad de producción de
Cervecería Nacional como plataforma de exportación
hacia el resto de Centro América.
Sin
embargo esa intención se vio frustrada por la decisión
de la
Comisión de Libre Competencia y Asuntos del Consumidor (CLICAC)
de impedir la compra de la Cervecería Barú para
que Bavaria no monopolizara el mercado.
Ese fue el momento en que entró en la historia Coca
Cola que, con algunos socios menores, se hizo cargo
de Barú. Al poco tiempo la cervecera pasó a la
propiedad de Heineken, una de las estrellas
cerveceras a nivel mundial.
Si bien el mercado panameño no es de los más grandes en
población, sí tiene un alto poder adquisitivo y un
consumo per cápita de los mayores de la región. Por otra
parte su ubicación geográfica y la infraestructura
disponible lo hacen muy interesante por las
posibilidades exportadoras al resto de Centro América.
A fines de enero de este año Heineken realizó un
nuevo anuncio para agitar esta historia. La
multinacional holandesa informó que logró un acuerdo con
Anheuser – Busch para producir y
comercializar en Panamá la cerveza Budweiser.
"Panamá y la región circundante han visto fuertes
incrementos en el volumen de cerveza desde principios de
esta década y se espera que esta tendencia continúe",
manifestó Alejandro Strauch, vicepresidente para
Centro y Sudamérica de Anheuser-Busch
International,Inc. "Elaborar y envasar Budweiser
en Panamá es un hito importante para la compañía, porque
sirve como entrada para expandir nuestra marca a otros
mercados de la región" sostuvo ante la prensa panameña.
De lo que no hay referencias es si los 350
trabajadores de la Cervecería Barú recibirán
algún beneficio de todos estos movimientos financieros.
Ariel Celiberti
© Rel-UITA
7 de febrero de 2007
Ilustración:
© Rel-UITA