La huelga de una
semana de duración que realizó la organización alemana
de trabajadores de la alimentación y afines en la
fábrica de Nestlé Maggi
en Singen, Alemania,
culminó con éxito el 24 de setiembre, cuando los
miembros votaron abrumadoramente la aprobación de un
nuevo convenio colectivo que satisface todos los
reclamos clave del sindicato.
La organización sindical declaró una huelga indefinida cuando
Nestlé exigió un ahorro de 3,2 millones de
Euros anuales, para poder aceptar los reclamos
sindicales de una garantía de empleo de 2 a 3 años. El
comité negociador identificó aproximadamente 1,5
millones de Euros de ahorro anual, que podrían ser
logrados al negociar modificaciones en la remuneración
de licencias sobre la base de la antigüedad, las
gratificaciones anuales y el horario pago por
descanso. Las negociaciones llegaron a un impasse
completo cuando los negociadores intransigentes de
Nestlé se negaron a hacer toda concesión en la
exigencia de la gerencia de 3,2 millones de Euros de
ahorro anual, incluyendo la extensión de la semana
laboral mediante una hora adicional no remunerada.
Un 99,5 por ciento de los/as trabajadores/as de la planta
votaron ir a la huelga. Con las conversaciones
completamente estancadas, se había avanzado
considerablemente en los planes para organizar una
manifestación sindical internacional de apoyo a los/as
trabajadores/as de Singen ante las oficinas centrales
de Nestlé en Vevey, Suiza, con el respaldo de
la UITA y el sindicato suizo de trabajadores de la
alimentación, FCTA/VHTL. La UITA movilizó a sus
afiliadas de Nestlé a nivel internacional para
que remitieran mensajes de apoyo a los/as huelguistas
e informó a las afiliadas en Nestlé Europa
respecto a la necesidad de negarse a aumentar la
producción, ante la eventualidad que se requiriera que
otras fábricas elaboraran los productos de la planta
de Singen afectada por la huelga.
El nuevo convenio garantiza todos los puestos de trabajo
regulares de tiempo completo en la planta de Singen
hasta enero del 2009, con una prórroga de un año
adicional dependiendo de los niveles de producción. La
semana de 37 horas permanece intacta, una conquista
considerable en un momento en que los principales
empleadores alemanes están exigiendo horas de trabajo
no remuneradas en un gran número de sectores. Los/as
empleados/as reciben un aumento salarial del 2%,
retroactivo a junio del 2004. El sindicato aceptó
reducciones en la fórmula de pago de las
gratificaciones anuales, una disminución escalonada en
el tiempo de descanso que totaliza 20 minutos durante
los próximos dos años, así como leves modificaciones
en el pago de dos feriados anuales como los
principales elementos del paquete de concesiones
mutuas.