-¿Cómo viviste
el cierre de la fábrica?
-Esto que
hicieron con nosotros fue una barbaridad. Llegar a tu lugar de trabajo como
todos los días y encontrar eso lleno de seguridad, como una zona
militarizada, fue un shock. No nos permitían siquiera retirar nuestras cosas
de los casilleros. Bueno, es que no podíamos ingresar. Nunca había visto que
una empresa hiciera lo que Nestlé nos hizo a nosotros. Jamás.
-¿Por qué
ocurrió esto?
-Ellos
cometieron ese abuso con nosotros porque no llegamos a realizar algo que se
estaba organizando desde hacía mucho tiempo, que era la unión de los tres
sindicatos de la misma empresa, correspondientes a las plantas ubicadas en
San Cristóbal, San Francisco de Macorís y nosotros en Santo
Domingo. Si hubiésemos logrado esa unión esto no habría ocurrido, o tal
vez sí, pero no de esta forma. Por eso ahora llamo a los compañeros y
compañeras de las otras dos plantas de Nestlé que quedan funcionando
a que se unan rápidamente, porque si no les va a pasar lo mismo que a
nosotros. Está bien claro que el objetivo de Nestlé es destruir los
sindicatos.
-¿Tienes
información de tus ex compañeros?
-Ayer mismo
vino un compañero a verme. Su mujer tiene un mes para dar a luz, y él ya no
sabe qué va hacer. Se está volviendo loco. No consigue otro empleo, y el
dinero que le dieron por el despido no le alcanzó ni para pagar las deudas
que tenía. Incluso me pidió dinero para comprarle leche a su mujer, pero yo
no puedo ayudarlo porque me fui a pique. Hace dos meses y medio que estoy
buscando trabajo y no consigo nada, nada, nada…
-¿Y cómo está
viviendo tu familia?
-Tengo cuatro
muchachos, mi esposa, mi madre, todos dependían de mí. Imagina que tú eres
empleado de una empresa, y de repente te cancelan sin ningún aviso, sin que
te digan el motivo por el que te despiden. ¿Qué come tu familia? Ya tengo
una edad en la que conseguir empleo da bastante brega. Mi familia está
pasando muy mal. Y aún porque a mi esposa la operaron hace un mes, y la
operación costó todo lo que me pagaron en Nestlé. No sé ni cómo
estamos sobreviviendo, a base de martirio, de ayuda de amigos. Y cuando uno
es sindicalista le cuesta aún más conseguir trabajo, porque averiguan los
antecedentes en empleos anteriores y en muchos lados te cierran las puertas.
-¿Qué piensas
de Nestlé?
-Creo que
habría que echarla del país, porque es una empresa muy ingrata con sus
trabajadores y trabajadoras. Gente con diez y 15 años allí, y de pronto es
como si llegara un huracán y se llevara todo, todo, de un momento para el
otro. Estas cosas no se pueden hacer.
-¿Qué les
dirías a los trabajadoras y trabajadores de Nestlé en el mundo?
-Que no tengan
confianza en Nestlé, porque esa empresa tiene un nombre y una imagen
bonita, pero humanamente es monstruosa, no vale la pena. Y esto que hace en
República Dominicana lo puede hacer en cualquier parte del
mundo. Que estén alerta y preparados. A nosotros nos botaron peor que a un
perro, porque ni siquiera aun animal se le trata de esa manera. Les digo a
todos los trabajadores y trabajadoras, que para mí siguen siendo mis
compañeros, que se cuiden, porque de lindo Nestlé sólo tiene el
nombre.