-Sabemos
que están discutiendo el nuevo convenio colectivo, ¿desde cuándo?
-Hace ya tres semanas que estamos en el proceso
de negociación de nuestro contrato que está vigente hasta el 30 de junio del
2007.
El sindicato presentó el proyecto de contrato
colectivo a la compañía el 17 de mayo, la empresa respondió 15 días después
y de ahí en adelante hemos tenido dos reuniones. Hemos avanzado en algunos
temas, pero básicamente yo diría que donde está la mayor complejidad o el
mayor grado de dificultad, es en lo relativo a los aumentos de salario.
Contamos con un contrato colectivo que es bastante bueno y hemos logrado
mantenerlo en el tiempo. Si bien es cierto que no lo consiguió la actual
directiva, sino que se conquistó hace 15 o 20 años, se ha mantenido en el
tiempo y nuestra labor como dirigentes ha sido tratar de no perder ningún
beneficio de los que ahí figuran. Por lo tanto, la discusión se centra
básicamente en el aumento de salarios.
-Aparte de
las cláusulas económicas, ¿no consideran que hay otras que deberían
revisarse, por ejemplo lo relativo a la estabilidad laboral?
-Debemos decir que hoy día la legislación
chilena no permite tratar temas así, dado que la negociación colectiva se
circunscribe a lo que ya existe y realmente es difícil tratar nuevos temas.
Antes las negociaciones colectivas partían de un piso, pero hoy día
prácticamente se parte de cero, por lo tanto básicamente nos abocamos a
mantener y a reforzar lo que tenemos. En el proyecto de contrato le
planteamos a la empresa dos o tres nuevas ideas o puntos a considerar. La
empresa las rechazó, las propuestas tenían que ver básicamente con la
instrumentación del trabajo los días sábado, el pago de los turnos del día
sábado y un bono por término de negociación exitosa. En el sindicato al que
pertenece el compañero Luis Sandoval, que se encuentra aquí conmigo, el año
pasado existió el mismo problema en la negociación debido a un bono que se
estaba pidiendo para las personas que trabajan en las cámaras con un grado
de desgaste físico mayor, pero la compañía se mantuvo en la postura de no
innovar. Para ellos, innovar no es una palabra que quieran utilizar.
-Esa postura puede resultar una fuente de
conflictos. No puede ser que en el mundo del trabajo, donde son dos las
partes, una de ellas esté impedida de innovar y la otra tenga plena libertad
para hacerlo. Si el empleador cambia las condiciones de trabajo –al
introducir una nueva tecnología o al aumentar la velocidad de una línea, ya
lo está haciendo– debería también existir el derecho a innovar por parte del
sindicato.
-Nosotros también tenemos esa y otras
inquietudes, no sólo en el tema económico, que es fundamental. Existen otras
cosas que nos preocupan, por ejemplo los accidentes y las condiciones de
trabajo. Hay una situación en la planta de refrigerados lácteos
–que es la
que concentra la mayor parte de los afiliados al sindicato– en la que no hay
tiempo suficiente para que el personal vaya al baño dado que no hay una
persona que los remplace. Le planteamos el caso a la compañía y sus
representantes argumentan que existe un problema de ausentismo debido a las
licencias por enfermedad y que “la producción hay que sacarla sí o sí”. En
consecuencia, muchas veces el personal no puede ir al baño, ni tomar un
café en jornadas de nueve horas de trabajo técnicamente ininterrumpidas.
-Se me
ocurre que puede ocurrir que resulte difícil suplantar al trabajador ausente
porque cada vez son menos los trabajadores estables y los subcontratados no
tienen el suficiente grado de conocimiento de las distintas tareas para
realizar las sustituciones.
-Creo que hay algo de eso. Les hemos dicho a la
empresa en innumerables oportunidades que nosotros no vemos con buenos ojos
la tercerización, la subcontratación, porque atenta contra la calidad del
empleo, lo hace mas precario. En no pocas ocasiones los trabajadores
tercerizados efectúan un trabajo de mala calidad, porque carecen de una
motivación mayor dado que no tienen los beneficios de los trabajadores
directos. Por lo tanto la motivación de ellos es menor, se establece una
rivalidad odiosa con nuestros compañeros, somos todos trabajadores, pero se
da el caso de categorías de primera y de segunda
-¿A
cuántos trabajadores alcanza el convenio colectivo?
- Actualmente somos ciento ochenta trabajadores
los que estamos asociados al sindicato.
-Y ¿el
número de trabajadores total de la planta?
-Es de 360 trabajadores estables.
-Con esos
números ¿podemos decir que el sindicato representa al 50 por ciento de los
trabajares de la sección refrigerados?
-Efectivamente y no es un una fuerza menor.
Cuando las personas ingresan a la empresa comenzamos con la tarea de
hacerles ver los beneficios de afiliarse al sindicato y al principio cuesta
un poco, pero al final lo ven con buenos ojos y terminan afiliándose.
Tenemos una buena relación con la Gerencia de la compañía, pero
frecuentemente ocurre que acordamos algo con la Gerencia y después la
aplicación del acuerdo no es como se conversó. Creo que el origen de esta
situación radica en los mandos medios, pues no quiero pensar que sea
política de la empresa establecer un acuerdo con el sindicato y termine
instrumentando otra cosa. Sea cual sea el motivo es algo que en la práctica
ocurre.
-Tú dices, “no quiero pensar que sea política
de la empresa”, pero si ocurre sí es responsabilidad de la empresa, ella es
quien da las instrucciones a sus mandos medios.
-Si así es.
-Quieres agregar algo más
-Simplemente el agradecimiento por la
solidaridad que es característica en la UITA y su apoyo en una etapa
de tanta importancia para nuestro sindicato como es la negociación de un
nuevo contrato colectivo de trabajo.
En
Santiago de Chile,
Enildo Iglesias
© Rel-UITA
20 de junio de
2007 |
|
|
|