La Red de Consumidores
en Acción de Centroamérica y el Caribe (ConSuAcción) presentó un estudio a
nivel regional en el que se constata que diversas presentaciones de cereales
para desayuno de las transnacionales Nestlé y Kellogg’s, que son
publicitados como alimentos saludables para niños y niñas, contienen una
alta y preocupante cantidad de sal y azúcar que puede ocasionar graves daños
a la salud.
Ana Ella Gómez |
El estudio,
que se enmarca en la
investigación de
Consumers International “Cereales peligrosos. La verdad sobre la
publicidad de alimentos dañinos dirigida a los niños”,
surge a raíz de la epidemia de sobrepeso y obesidad que ha afectado a
Centroamérica. Esta situación se ha convertido en una paradoja: por un
lado una gran cantidad de población desnutrida y por el otro una cantidad
considerable de personas que sigue consumiendo alimentos no sanos.
En 2005 la
OMS estimó que 35 millones de personas fallecieron por enfermedades
crónicas relacionadas al sobrepeso y obesidad y de éstas, el 80 por ciento
vivía en países pobres. En Centroamérica más del 50 por ciento de los
adultos, principalmente mujeres, presentan serios problemas vinculados a
este fenómeno nutricional y cada vez más, niños, incluso menores de 5 años,
están experimentando estos tipos de enfermedades por el incremento en el
consumo de alimentos procesados, como cereales refinados que son ricos en
grasas saturadas, azúcar y sal.
“Estos
elementos son un grave riesgo para la salud, porque están generando niños y
niñas con problemas de diabetes, hipertensión y accidentes vasculares y
celebrares”, advirtió Ana Ella Gómez, directora del Centro para la
Defensa de los Consumidores de El Salvador (CDC) y miembro de
ConSuAccion.
“Esta
situación está íntimamente vinculada al predominio del mercado versus el
derecho a la salud de la gente. El crecimiento de la industria de los
cereales altos en azúcar y sal -continuó Gómez- ha modificado
nuestros hábitos de consumo, lo que ha generado un alto riesgo en la salud
de la población y esta investigación, que llamamos “Dulcemente salado”, está
demostrando que Centroamérica ya está siendo afectada directamente
por el consumo de estos cereales”, aseveró.
“Dulcemente salado”
A través de
análisis fisicoquímicos y del etiquetado, realizados en el
Laboratorio de Calidad
Integral de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES)
en El Salvador,
se investigó la calidad nutricional de doce marcas de cereales1
que
producen dos grandes corporaciones, Nestlé y Kellogg’s.
“En el
etiquetado encontramos un contenido alto de sal en tres de los doce
productos (más de
1,5 g/100 g),
y contenido medio en los otros nueve (entre
0,3 y 1,5 g/100g),
mientras que en los análisis de laboratorio esta misma situación involucró a
cuatro productos con contenido alto de sal y a 8 con contenido medio”,
aseveró Gómez. “A esto hay que agregar que comparando los resultados
del análisis del etiquetado con los de laboratorio, lamentablemente no
coinciden, es decir están mintiendo a la población”.
Según
expertos del sector, se estima que un niño o una niña pueden necesitar entre
1 y 3 gramos de sal por día, dependiendo de la edad. Analizando estos
productos de Nestlé y Kellogg’s, resulta que
con una porción de
cereal equivalente a 50 gramos (1 y 1/2 taza pequeña), estarían ingiriendo
más del 50 por ciento de la recomendación diaria de sal, en un sólo tiempo
de comida.
“Con respecto al azúcar
-continuó la representante de
ConSuAccion-
hemos encontrado que de los doce productos analizados, tanto en el
etiquetado como en laboratorio, diez tienen un nivel alto (más
de 12,5 g/100 g),
uno un nivel medio y uno un nivel bajo de azúcar. Según la Guía de
Alimentación Infantil de Chile, un niño solamente debe consumir entre
20 y 25 gramos. Sin embargo, una porción de 50 g. de estos cereales
contienen 22 g. de azúcar, es decir
el 70 por ciento de la
recomendación diaria, lo cual tiene un grave impacto en la salud,
desarrollando enfermedades crónicas”.
Frente a esta situación,
la Red de Consumidores en Acción de Centroamérica
y el Caribe dio a conocer cuatro propuestas que serán presentadas a
las instituciones de cada país para contrarrestar esta grave situación:
promover un reglamento sobre los enunciados nutricionales y de
propiedades saludables que realmente protejan a los consumidores y
consumidoras;
la implementación de un método de análisis; desarrollar un programa de
educación, información y comunicación al consumidor
sobre
principios de alimentación saludable
y la promulgación
de una regulación que establezca una reducción del contenido de sal y azúcar
en los alimentos procesados, y que determine responsabilidades de las
empresas por incumplimiento del etiquetado nutricional.
“Nestlé
y Kellogg’s violan los derechos a la información y a la seguridad de la
población centroamericana, y se aprovechan del total desinterés que muestran
las instituciones y de la falta de normativas
y regulación o de su no aplicación en los países donde el tema está regulado
por las leyes”, aseveró Gómez.
Transnacionales irresponsables
“Esperamos
que tanto Nestlé como Kellogg’s corrijan estos abusos para los
consumidores y que las autoridades dejen de ser pasivas y hasta
complacientes con estos casos de alimentos que afectan gravemente la salud
de la población. Además, estamos frente a un caso de evidente publicidad
engañosa y es por eso que vamos a entrar a una segunda fase de la
investigación, en la que vamos a analizar los abusos que estas
transnacionales están cometiendo con sus campañas publicitarias y de cómo no
solamente condicionan a los niños, sino también presionan a los padres
aprovechando de la realidad socioeconómicas en que viven nuestros países”,
declaró Ana Ella Gómez a Sirel.
“La Red de
Consumidores en Acción de Centroamérica y el Caribe -concluyó
Gómez- está analizando muy de cerca el contenido y la práctica de la
Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Es muy probable que
Nestlé y Kellogg’s se declaren empresas socialmente responsables
porque aportan económicamente a proyectos sociales, pero desde nuestros
criterios, la RSE tiene que ver también con temas tan esenciales como
respetar derechos y asumir compromisos, y por lo que estamos viendo, se
están demostrando altamente irresponsables”.