¿Qué está pasando en Nestlé?
La pregunta surge al
constatar que la
transnacional suiza parece
empeñada en no dejar
transcurrir un día sin abrir
un nuevo frente en la guerra
que mantiene contra sus
trabajadores y trabajadoras,
no importa si estos se
encuentran en República
Dominicana, Perú o
Indonesia. Ahora le tocó el
turno a España,
concretamente al Principado
de Asturias.
Asturias: historia,
gastronomía y Nestlé
El Principado de Asturias,
es una provincia autónoma
que recibe este nombre por
ostentar el heredero de la
corona española el título de
Príncipe de Asturias. Su
capital es Oviedo,
pero es Gijón –donde
transcurre nuestra historia-
con 275.000 habitantes, la
ciudad más poblada.
De su historia moderna
debemos recordar el
alzamiento revolucionario de
1934 para impedir la entrada
de la Confederación Española
de Derechas Autónomas (CEDA)
en el gobierno. Y que
durante la guerra civil, al
mantenerse escindida en dos
zonas antagónicas, la región
fue testigo durante catorce
meses de feroces
enfrentamientos. En el bando
republicano los mineros
hicieron famoso su grito de:
“Viva Asturias y la
dinamita”.
La sidra (bebida de baja
graduación alcohólica
elaborada con jugo de
manzanas) es la bebida
típica de Asturias y
la fabada su plato
tradicional. Este último se
trata de un cocido elaborado
con habichuelas o alubias
blancas (fabes en
asturiano) chorizos,
morcillas y carne de cerdo.
La fábrica Litoral
comenzó en la década de los
años 30 del siglo pasado
como una empresa familiar
dedicada a las conservas de
pescado y a principios de
los 50 comienza a producir
su fabada asturiana. En 1966
es adquirida por la
estadounidense Carnation
y en 1985 pasa a
pertenecer a Nestlé.
Diez años más tarde la marca
Litoral lidera el
mercado impulsada por
campañas de propaganda
centradas en la figura de la
“abuela de la fabada”.
Ubicada en el barrio gijonés
de Tremañes, la
fábrica, que actualmente
ocupa unas 95 personas,
produce alrededor de 20
millones de latas al año. El
pasado marzo dentro de una
extensa lista de productos
que Greenpeace no
puede garantizar que no
contengan transgénicos
figuran los de la marca
Litoral.
El estilo Nestlé de premiar
el trabajo
Olga García,
Inés García
y María Antonia Marín,
de 56, 57 y 56 años de edad,
llevaban trabajando 37,
36 y 31 años respectivamente
en Litoral, las tres
con contratos indefinidos de
trabajo y con fojas de
servicios sin máculas. El
pasado 24 de febrero les
propusieron un despido
amistoso, cuya indemnización
sería gestionada por una
casa bancaria (la Caixa) que
iría entregándoles cada mes
la cantidad de dinero que
considerase adecuada a sus
necesidades. La propuesta
les pareció insuficiente
(perderían más del 20 por
ciento de su salario) y no
la aceptaron, debido a ello
fueron despedidas con una
indemnización de 20 días de
salario por año trabajado
con un tope de 12
mensualidades.
El comité de empresa de
Litoral comenzó a
movilizar al personal, tanto
en defensa de las tres
compañeras despedidas como
en defensa de los puestos de
trabajo, pues están seguros
que Nestlé viene por
más. Los trabajadores
denuncian que las
intenciones de Nestlé
son contratar eventuales con
menores salarios y sin los
derechos laborales de las
despedidas. Como vemos, nada
distinto a lo que ocurre por
nuestras latitudes.
La anterior no es la única
coincidencia con la forma
que tiene Nestlé de
aplicar sus Principios
Corporativos Empresariales
sin importar de qué país se
trata. Las compañeras
despedidas se vistieron con
las ropas típicas (falda,
delantal, pañuelo a la
cabeza y zuecos de madera)
de la “abuela de la
fabada” de los avisos
publicitarios para
manifestarse por las calles
de Gijón, frente a la
fábrica y al domicilio del
gerente general de
Litoral. También
recorrieron 850 kilómetros
para llegar a Barcelona
(más de 100 compañeros
las despidieron en la
estación del tren) donde
protestaron frente a la sede
central de Nestlé
para España y
Portugal, ubicada en
Explugues de Llobregat.
Ya se las conoce como las
“abuelas de Litoral” y como
son porfiadas, declararon
estar dispuestas a llegar
hasta la misma sede mundial
de Nestlé en la
apacible localidad suiza de
Vevey.
Como es ya costumbre en este
tipo de conflictos, en el de
Litoral no podía
faltar el comunicado de
Nestlé a todos sus
empleados en España a
los cuales, como ya es
proverbial en otros países,
les falta el respeto
titulándolo: “A todos los
colaboradores” (ver
facsímil). Las “abuelas”
respondieron con otro
comunicado donde expresan: “Seguiremos
informando y defendiendo
nuestra dignidad pues no
somos objetos de usar y
tirar”.
Por último les sugerimos
ver el
testimonio
de las “abuelas”, como
podrán apreciar sus
argumentos e indignación son
iguales a los de otras
mujeres y hombres que
trabajan para Nestlé
en todo el mundo. Parece
haber llegado el momento de
decir: ¡basta!
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