El grupo alimentario suizo Nestlé se ha visto
obligado a reanudar la actividad en una planta de
chocolate y café soluble en las proximidades de la
ciudad francesa de Marsella por la decisión de la
Justicia, que considera que no respetó los
procedimientos cuando la cerró.
La compañía indicó que la planta de Saint-Menet, que
está paralizada desde el pasado 24 de junio, volverá
a estar en funcionamiento el próximo 5 de
septiembre, una vez que haya podido establecer su
programación y quitar encargos a otras fábricas,
explicó la dirección.
Nestlé
afirmó que respeta la decisión del Tribunal de Gran
Instancia de Marsella que falló en su contra, pero
que eso no significa que renuncia a su proyecto de
abandonar Saint-Menet porque sigue considerando que
su producción no encuentra salida en el mercado.
Según su versión, la planta trabaja por debajo de
sus capacidades desde 1996, con una tasa de
aprovechamiento del 30 al 50 por ciento, y eso fue
lo que llevó a la multinacional a anunciar su cierre
en mayo de 2004, lo que se materializó en junio del
año siguiente.
Sin embargo, el Tribunal de Gran Instancia de
Marsella ordenó el pasado 4 de julio la reanudación
de la actividad normal, algo que confirmó ayer, tras
el recurso de la empresa, por estimar que
Nestlé
procedió al cierre sin haber terminado el
procedimiento de consulta de los trabajadores.
Los miembros del comité de empresa confían en que
esos dictámenes judiciales constituyan un primer
paso para un replanteamiento de la fábrica que
relance su actividad.
Además, acusan de que tras la decisión de abandonar
Saint-Menet, lo que la compañía en realidad pretende
hacer es deslocalizar su producción a Rusia, España
y Portugal.
EFE
30 de agosto de 2005