Las condiciones de trabajo

y las relaciones laborales  andan muy mal. 

Don Fernando Belón Bordes es, desde hace unos años, el gerente de Fábrica Macul. Nacido en España, quienes lo conocen dicen que no se caracteriza por su simpatía ni por su don de gentes. Después de todo -pensará- Nestlé no me paga para ser amable. Y es cierto, le paga por otras funciones para las cuales, según muestran los hechos, tampoco cuenta con las condiciones adecuadas.

Una prueba de lo anteriormente señalado la encontramos el 19 de mayo de 2009, cuando la Secretaría Regional Ministerial de Salud (Región Metropolitana) le aplica una multa a Nestlé Chile S.A. por su responsabilidad en el accidente experimentado el 22 de octubre de 2008 por el trabajador Rubén Rojas Figueroa. En los descargos formulados por escrito, Fernando Bolón, en su calidad de representante de la empresa, aduce que el accidentado es trabajador de otra empresa que le compra papel y cartón a Nestlé, por lo tanto esta no tiene responsabilidad en el accidente. Los argumentos fueron desechados por la autoridad, que entendió que es Nestlé “quien mantiene el control de lo que sucede dentro del inmueble donde se desarrolla la actividad”.

Pero ese control que según la ley debe ejercer Nestlé, en la práctica resulta bastante laxo. El 22 de junio de 2010, el Sindicato de Trabajadores Nº 4 de Nestlé Chile le solicitaba al Sr. Belón que reconsiderara el despido de dos trabajadoras del sector refrigerados, acusadas de incumplimiento de algunas normas de seguridad laboral. En la nota, los dirigentes del Sindicato planteaban que “al interior de la fábrica, esas mismas trabajadoras, muchas veces deben trabajar al borde del peligro, subiendo escaleras que no proporcionan ninguna seguridad, pero claro, esto se debe hacer porque esa es la única manera de liberar las cajas de cartón utilizadas para el embalaje en fábrica de refrigerados”.

El 14 de julio pasado, los dirigentes del Sindicato de Trabajadores Nº 4 de Nestlé Chile realizaron un recorrido de inspección por diferentes áreas de la fábrica de refrigerados, que concluyó en un “Informe y reporte de condiciones y equipos inseguros, en Fábrica de refrigerados”. El Informe señala una docena de irregularidades, algunas de ellas graves, como la falta de botones de parada instantánea en la zona del Terlet (pasteurizadora de fruta) y en tres bombas del sector de postres, ausencia de extintores, etc.

El 22 de julio, tres dirigentes del Sindicato se dirigieron a la oficina del gerente de Fábrica Macul para hacerle entrega del citado Informe. En plena entrevista y sin razón aparente, el señor Belón se encolerizó, comenzó a proferir amenazas y a los gritos ordenó a su secretaria: “A estos señores no me los recibe más. Ellos tienen sus reuniones cada dos semanas con Recursos Humanos. No todos tenemos tiempo de sobra, acá habemos personas que trabajamos”.

El desaforado discurso indudablemente hacía mención a la licencia sindical establecida por convenio colectivo a la que tienen derecho los dirigentes, tema que parece sacar de sus casillas al señor Belón.

A partir de ahí comenzaron a trascender en la fábrica una serie de rumores, en los cuales se aseguraba que, según “versiones provenientes de arriba”, frente a la proximidad de las elecciones el Sindicato había presentado a la gerencia una lista de trabajadores que debían ser despedidos porque pretendían concurrir con una lista opositora. La canallesca versión fue denunciada en una asamblea general, durante la cual la directiva del Sindicato prometió llevar la investigación de estos infundios hasta sus últimas consecuencias.

Pero faltaba la guinda del postre. El pasado jueves 25, en las mesas del comedor de los trabajadores de Fábrica Macul aparecieron fotocopias de una planilla de sueldos donde solamente se destaca lo que percibía años atrás “Araneda Navarro Fernando Lenin” y lo que percibe actualmente. Y en la planilla, escrito con una caligrafía que intenta disimular su autor, lo siguiente: ¿Es ético y correcto que se aumente el sueldo sin prestar servicio efectivo a la Empresa? ¡Saca tu conclusión! La redacción llama la atención por su lenguaje poco utilizado por el común de los trabajadores.

El hecho es grave. Difundir esa información es un delito y a la misma solamente tiene acceso un puñado de personas en la empresa. Como el lector ya estará presumiendo, Fernando Araneda es presidente del Sindicato de Trabajadores Nº 4 de Nestlé Chile y secretario de la Federación de Sindicatos de la Empresa Nestlé Chile S.A., Complejo Industrial Macul.

Como corolario de estos hechos, el viernes 26 Nestlé y Soprole anunciaban la reactivación de la solicitud para crear un joint-venture. Y en una demostración del respeto que ambas empresas experimentan por sus trabajadores, los dirigentes de los respectivos sindicatos se enteraron por la prensa. De concretarse, seguramente que la fusión traerá problemas laborales y desde el punto de vista de una empresa con el historial de Nestlé, nada mejor que enfrentarlos con un sindicato dividido o con dirigentes funcionales a los intereses compañía.

Con todos estos datos a la vista aparece el posible motivo de la provocación y la lista de sospechosos se reduce. El Sindicato tiene concedida una audiencia en la Inspección del Trabajo para el día 10 de diciembre, donde denunciará estos actos antisindicales. Aguardaremos el pronunciamiento de este organismo para luego continuar con el tema.