Un pequeño
productor rural del norte de Uruguay llamado Pedro
“Beto” Viera fue un precursor de la novedad que hoy nos
ocupa.
Don Beto,
como es conocido en la localidad de Bella Unión
donde nació y vive, a comienzos de la presente década
dejó de utilizar por razones económicas y de salud,
agrotóxicos en los invernáculos donde cultiva morrones
(pimientos) y tomates. Sustituyó todos los venenos que
aplicaba por una mezcla de orina de vaca y agua,
obteniendo resultados sorprendentes1.
Uruguay,
como se sabe es un país ganadero, ubicado sobre el
famoso Acuífero Guaraní, de manera que para
Don Beto no es problema obtener la materia prima que
utiliza en su fórmula.
La noticia de hoy proviene de la India, país
donde también abundan las vacas. Muy pronto en este país
se podrá beber un refresco elaborado con orina de vaca.
Los responsables de la idea ya a punto de
comercializarse, son nacionalistas que de esta manera
pretenden hacerle frente a la “invasión de la
Coca-Cola”. Aseguran que la orina de estos animales
tiene propiedades antimicrobianas y que además es buena
para el hígado.
Oremos para que la fórmula de este nuevo refresco no
caiga en manos de la familia Añaños, los peruanos
elaboradores de Big-Cola.