La reunión celebrada entre representantes de las fuerzas vivas de la ciudad de Nueva Helvecia, donde está instalada la planta industrial de Parmalat en Uruguay, y el presidente de este país, Jorge Batlle, dejó en claro que para el gobierno uruguayo la venta de la filial de la transnacional italiana es un asunto “entre privados”.

-¿Quiénes participaron del encuentro con el presidente Batlle?

-El Intendente del departamento de Colonia, Carlos Moreira, el diputado colorado por Colonia Daniel Bianchi por la Mesa Permanente, Rafael Ravazanni, dueño de Corporación RO, Alfredo Stutz, director del Diario Helvecia, Horacio Molinari y Julio Meny por las fuerzas vivas de la ciudad, el cura párroco Edgardo Rodríguez, Rubén Yennerich, pastor de la Iglesia Evangélica, Julián Mesa, presidente del Centro Comercial de Nueva Helvecia, María Cecilia Yardino, de la Asociación de Empleados de Lactería, y Julio Calleros y yo por el SOFUPAR. Estuvimos reunidos en el Salón de Actos del Centro Comercial de Nueva Helvecia durante dos horas y media. Le comunicamos al presidente todas nuestras acciones hasta el momento y le manifestamos nuestra preocupación por esta situación de incertidumbre, para que a través suyo se pudieran conocer datos concretos sobre los interesados y demás.

El presidente nos habló de las gestiones que había realizado ante el embajador uruguayo en Italia, al que le solicitó que la venta de la filial no se demorara mucho y que se privilegiara la mejor oferta teniendo en cuenta la situación del país. Le pedimos que esa mejor oferta contemplara los puestos de trabajo, ya que los trabajadores no tenemos la culpa del accionar de malos empresarios italianos.

También le entregamos unas 11 mil firmas de ciudadanos que nos respaldan, fotografías de la Cadena Humana que realizamos en Nueva Helvecia y una nota para enviarle todo ese material al embajador uruguayo en Roma para que a su vez la entregue al gobierno italiano. Batlle nos dijo que por el momento iba a manejar el tema por vía diplomática, hasta tanto se conozca el nuevo dueño, y luego se vería la posibilidad de que viajara alguna delegación nuestra a Italia.

-Como sindicalista, ¿qué conclusiones te deja este encuentro con el presidente de la República?

-Me parece que tiene una visión del tema como negocio entre privados –lo mismo que nos dijo el embajador italiano un día antes–. De ahí es que no quiera involucrarse mucho. Tanto el presidente uruguayo como el embajador italiano esperan la decisión italiana para después ver qué hacer. La miran desde el costado.

Por otra parte, el hecho de estar reunido con el presidente y poder manifestarle la situación mano a mano y de frente y recibir sus opiniones de primera mano es algo muy importante. Estaba al tanto de toda nuestra acción y nos recomendó que siguiéramos presionando de la forma que lo veníamos haciendo, pacíficamente, que eso es bueno y le ayuda en su gestión ante el gobierno italiano.

-¿Cuáles son los próximos pasos a dar?

-El martes 5 la Mesa Permanente presentará ante la asamblea de trabajadores de Parmalat todas las novedades e inquietudes y luego la asamblea de trabajadores se reunirá para evaluar y decidir los pasos a seguir.

-El sindicato anteriormente había solicitado una reunión con el presidente, ¿verdad?

-Sí, hace varios meses, pero nunca habíamos recibido respuesta. Esta vez fue el Centro Comercial de Nueva Helvecia, en representación de la Comisión Permanente, el que gestionó la entrevista, y se concretó rápidamente.

Rubén Yizmeyián

© Rel-UITA

4 de octubre de 2004

* Secretario del Sindicato de Obreros y Funcionarios de Parmalat, SOFUPAR.