Los trabajadores de la transnacional realizaron el pasado 15 de
septiembre un piquete frente a la fábrica en Santo Domingo.
Sirel conversó con Alexander Mosquea, secretario general del
Sindicato Nacional de Trabajadores de Frito-Lay Dominicana (SINTRALAYDO),
para conocer los antecedentes que llevaron a esta manifestación.
-¿Cuál es la razón de este piquete?
-Hay una persistente actitud de hostigamiento y agresión por
parte del gerente de Recursos Humanos, Xavier Rodríguez,
hacia los trabajadores sindicalizados. A esto se suma una serie
de violaciones del Contrato Colectivo que ya viene de hace
cuatro meses, como rebaja de salarios, no pago de la liquidación
cuando despiden a trabajadores, entre otros. Por esta razón es
que estamos realizando esta movilización.
-¿Qué otras medidas han tomado?
-Hemos realizado diversas denuncias ante el Ministerio de
Trabajo, que comprenden incumplimientos que se vienen dando
desde el año pasado, pero consideramos que ya agotamos esta
etapa, la movilización de los trabajadores es una instancia
anterior a llegar a tribunales.
Lamentablemente, el Ministerio no se ha pronunciado ante las
denuncias que hicimos y si bien desde el Sindicato queremos
negociar de buena fe, es muy difícil no recurrir a otras medidas
ya que Frito-Lay y este señor Rodríguez no
entienden que deben respetar el derecho de organización y
negociación de los trabajadores.
Según palabras textuales del gerente de Recursos Humanos “somos
unos vagos”. Se torna complicado llegar a acuerdos con un
contexto laboral como éste.
En este piquete reclamamos, además, que queden asentados en un
acta los compromisos asumidos por la compañía con los
trabajadores; exigimos también la reincorporación de tres
compañeros despedidos recientemente por causas injustificadas,
pero sobre todo que cese la persecución y el hostigamiento
constante hacia los trabajadores sindicalizados, que cese el
sembradero de terror que ha instaurado el señor Rodríguez.
-¿Qué pasos siguen?
-Por ahora permaneceremos alerta y movilizados, contamos con la
Rel-UITA para denunciar estos atropellos de la
transnacional, pero estamos dispuestos a profundizar las medidas
de fuerza si Frito–Lay no cambia su postura.
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