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   Nicaragua

La transnacional PepsiCo confirma

que es visceralmente antisindical

 

Entre el 22 y el 24 de junio de 2006 se celebró la Tercera Conferencia de Trabajadores de la Bebida en Antigua, Guatemala. En ese encuentro una de las conclusiones fue “fortalecer la organización sindical de los trabajadores y trabajadoras de PepsiCo en la región”. Desde entonces, la Federación Unitaria de Trabajadores de la Alimentación de Nicaragua (FUTATSCON) asumió esa resolución para organizar el sindicato.

 

Se realizaron contactos clandestinos con trabajadores de la empresa, clandestinos porque esa transnacional, igual que las otras, no tolera la organización sindical libre, sólo permite sindicatos pro patronales. En el caso de Nicaragua, la constitución del Sindicato de Trabajadores Unidos de ENSA (SITRUENSA) se concretó el 29 de enero de este año. El sindicato afilió 63 trabajadores de inmediato y desde ese momento desarrollamos un arduo trabajo por legalizarlo, sorteando algunos obstáculos que puso la Dirección de Asociaciones Sindicales del Ministerio del Trabajo.

 

Más adelante se lograron nuevas afiliaciones hasta un total de 113 trabajadores inscritos. Luego se elaboró un pliego de peticiones y se introdujo el pasado 23 de febrero para tratar de proteger a los fundadores del sindicato. Se pudo recoger 125 firmas de respaldo al pliego de peticiones, pero antes de que el sindicato cumpliera un mes, la empresa ya tenía información de nuestra existencia, y desde el pasado 19 de febrero comenzaron a presionar al personal de ventas, donde se desempeñan todos los miembros de la Junta Directiva.

 

Como es habitual, la empresa reaccionó rápidamente: reunió al personal de ventas para decirles que había un plan para privatizar o tercerizar el departamento de ventas, que ese plan debía empezar el 1 de marzo. El que no lo aceptara sería despedido.

 

El plan consistía en lo siguiente: la empresa liquidaría al personal que asumiera el plan; luego, en concepto de crédito les entregarían el camión que tienen asignado y la empresa les compararía el servicio de la distribución del producto conservando las mismas rutas. Les hicieron unas cuentas según las cuales iban a ganar más. Por otra parte, era ineludible aceptar ya que se trataba una orden proveniente de Guatemala, donde están los principales accionistas y ya se había implementado este sistema así como en Honduras.

 

Desde entonces la empresa reunía todos los días al personal para presionarlo sobre el plan propuesto. Algunos vendedores comenzaron a acogerse al plan, y otros más se fueron sumando hasta debilitar al sindicato. El 24 de febrero se realizó una asamblea con 38 trabajadores y la mayoría de la Junta Directiva Sindical. Se acordó que los que quedaban sin aceptar el plan de la empresa debían mantenerse firmes para mantener vivo al sindicato y esperar la citatoria del MITRAB para empezar la negociación del pliego introducido.

 

Pero al día siguiente, y ante las autoridades del Ministerio del Trabajo, otros más comenzaron a desafiliarse mediante notas dirigidas al secretario general del sindicato. Todas las cartas de renuncia llevaban el mismo formato, la empresa se encargaba de enviar las renuncias al Ministerio. Los propios directivos del sindicato comenzaron a aceptar el plan y a renunciar a la Directiva. En conclusión, en menos de un mes fue desmantelado el nuevo sindicato que con tanto esfuerzo se había formado.

 

Lo que perdieron los trabajadores

 

Lo primero que perdieron los trabajadores fue la visión de clase, los intereses de clase, la solidaridad de clase, además de los principales aspectos económicos y la estabilidad laboral que, entre otras cosas, les garantizaba el Convenio Colectivo. Aunque ese convenio no es lo mejor porque los sindicatos patronales ya han dejado perder las mejores conquistas en la medida que cada vez se entregan más a la empresa.

 

Los trabajadores creyeron que con el plan empresarial iban a ganar más, pero ¿qué perdieron realmente?: la cotización al seguro social, las prestaciones sociales de ley (vacaciones, treceavo mes, la indemnización, la antigüedad, el pago de días feriados, las horas extras, etc.), los beneficios del Convenio Colectivo: atención médica en la empresa, subsidio para compra de anteojos, préstamos personales, fiestas de fin de año, actividades sociales, viáticos de alimentación y transporte, recorrido de personal (transporte ida y regreso a sus casas), el pago por choque del vehículo en horas de trabajo, el pago de la licencia de conducir, el pago del seguro de la licencia, el pago del seguro del vehículo, las medidas de seguridad e higiene del trabajo (equipos de protección), juguetes para los hijos de los trabajadores, alimentación en el comedor, subsidio por incapacidad del trabajador por accidente de trabajo, ayuda económica por muerte de familiar del trabajador, etc.

 

Para la empresa lo más importante fue haberse quitado de encima la posibilidad de tener un sindicato clasista y representativo de los trabajadores, además de promover el individualismo, el sectarismo, los peores enemigos de la clase obrera. A esto hay que agregarle el ahorro de muchas obligaciones económicas: el pago del seguro social (más de 1.000 córdobas en el caso de los vendedores y más de 690 córdobas en el caso de los ayudantes, en ambos casos mensual), se ahorró el pago del 2 por ciento del impuesto de INATEC del personal que dejó de trabajar para la empresa, se ahorró todos los beneficios del Convenio Colectivo en materia económica, y logró asestar un golpe contundente a las aspiraciones de los trabajadores de tener una organización auténtica que representara sus intereses.

 

La Corporación Mariposa, conocida como CABCorp (Central American Beverage Corporation), es una entidad empresarial guatemalteca, propietaria de la embotelladora PEPSI en Guatemala, Honduras, Nicaragua, controlando además los mercados de El Salvador y Belice. Desde 2003 se asocia con AmBev, transnacional brasileña, y juntas crean la cervecería Río embotelladora de la Cerveza Brahva que se distribuye en la región. Esta empresa dice tener mas de 5.300 empleados en la región, y por lógica los peor pagados en el mercado de las bebidas (excepto en Honduras, donde hay un sindicato fuerte que sí negocia bien a favor de los trabajadores). CABCorp tiene un largo historial antisindical en Guatemala, ya desde 2002 cuando envió a la calle a la mayoría de los trabajadores afiliados al sindicato SITRAEMSA, quienes dieron la batalla y después de dos largos años de lucha, finalmente sucumbieron, quedando en la fábrica un sindicato patronal controlado por la empresa como ocurre actualmente en Nicaragua.

 

Para la empresa en Nicaragua, aceptar un nuevo sindicato con una lógica distinta era impensable, por eso maniobró rápidamente atemorizando a los integrantes del nuevo sindicato. Para FUTATSCON la batalla aun no está perdida, seguiremos adelante visitando a los trabajadores, distribuyendo volantes, aclarando sus confusiones, desenmascarando a la empresa por su política antisindical hasta lograr la formación de un sindicato auténtico a favor de los trabajadores.

 

Esta fugaz experiencia nos deja una importante lección como líderes sindicales que estamos tratando con transnacionales como PEPSI:

  • Primero, se confirma la actitud antisindical y antidemocrática de la empresa.

  • Segundo, lo hecho por la empresa confirma la tendencia de privatizar o tercerizar las áreas de ventas, lo mismo está ocurriendo en Centrolac, Big Cola y Café El Caracol, en las cuales -terceras empresas- distribuyen los productos bajando de esa forma sus costos y obteniendo mayor lucro.

  • Tercero, nos queda claro que debemos ser mas exigentes, mas hábiles a la hora de tratar con empresas transnacionales, y tenemos que exigirle al gobierno que a la hora de pedirle a los inversionistas que ayuden a reducir el desempleo y la pobreza como lo ha venido haciendo el presidente Daniel Ortega, también les exija el respeto a las organizaciones sindicales de los trabajadores.

En Managua, Marcial Cabrera

© Rel-UITA

13 de marzo de 2007

 

 

 

 

 

 

 

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