España

Manifiesto del 1º de Mayo

UGT / CCOO

 

Conmemoramos el 1º de Mayo de 2004 profundamente conmovidos por el terrible atentado perpetrado en Madrid el 11-M, y reconociendo el ejemplar modo con que los trabajadores y trabajadoras de los servicios públicos y toda la ciudadanía madrileña y española respondieron al peor de los atentados terroristas que ha conocido Europa. A las víctimas y sus allegados les reiteramos nuestra solidaridad y afecto que serán permanentes. La respuesta solidaria y serena del pueblo español (el 12 de marzo en las mayores manifestaciones de la historia de España y el 14 de marzo participando masivamente en las elecciones generales) ha sido la más contundente muestra de su rechazo al terrorismo y una reafirmación de sus convicciones democráticas.

El terrorismo en todas sus formas es un serio enemigo de los trabajadores y trabajadoras: niega a sus víctimas el derecho primordial a la vida y es un obstáculo para el avance de los derechos sociales y políticos. La lucha contra el terrorismo tiene que respetar las normas del Estado de Derecho, las leyes internacionales y los derechos humanos, y requiere de una efectiva cooperación europea e internacional de los servicios de seguridad y de los sistemas judiciales. Las enormes injusticias y desigualdades de nuestro mundo; el hambre, la pobreza, la falta de asistencia sanitaria y educación básica que padecen muchos cientos de millones de personas; la degradación del medio ambiente, etc.; son insoportables desde los valores democráticos y solidarios. Las políticas neoliberales que han presidido el modelo de globalización que vivimos carecen de dimensión ética y social y han fracasado. La Confederación Europea de Sindicatos (CES) y la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), a las que pertenecemos UGT y CCOO, están luchando en todo el mundo por la generalización del trabajo digno y por la construcción de un modelo económico y social global justo y democrático y el respeto de los derechos sindicales. Trabajando en esta dirección se drena el caldo de cultivo del terrorismo fundamentalista.

La gran mayoría de los españoles y sus organizaciones democráticas venimos reclamando el fin del terrorismo de ETA desde hace décadas. Después del 11-M hay que expresar, si cabe con mayor convicción, que ETA no conseguirá ninguno de sus objetivos mediante la violencia. UGT y CCOO exigimos a ETA y a su entorno político que abandonen definitivamente la violencia (o el apoyo a la misma) y defiendan sus objetivos políticos a través de las vías democráticas. El pasado año millones de trabajadores y ciudadanos se movilizaron en España y en el mundo contra la guerra en Irak. UGT y CCOO participamos activamente en las movilizaciones contra una guerra que violaba el derecho internacional, se realizaba en contra de la opinión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y que fue justificada por Bush, Blair y Aznar mediante mentiras. La ocupación ha llevado a Irak al caos, en medio de una resistencia armada y un terrorismo crecientes. La desastrosa intervención militar en Irak y la brutal política de Sharon contra el pueblo palestino (sostenida por Bush) están generando una enorme hostilidad en la población de los países árabes y musulmanes, favorecen objetivamente la estrategia de Al Qaeda y pueden crear una crisis mundial de imprevisibles consecuencias. Naciones Unidas es la única institución que tiene legitimidad para tomar en sus manos la resolución de estos conflictos.

UGT y CCOO saludamos el compromiso electoral del PSOE de retirar las tropas españolas de Irak si Naciones Unidas no se hace cargo del proceso de devolución de la soberanía al pueblo iraquí, y pedimos al nuevo Gobierno que lo cumpla y que trabaje para fortalecer las instituciones multilaterales y las normas del derecho internacional.

Este 1º de Mayo diez nuevos países se incorporarán a la Unión Europea. Esta reunificación es un momento histórico: los pueblos de Europa se unen sobre la base de los valores de la democracia, la paz y la libertad. Pero la dimensión social de la construcción europea no está garantizada, ni antes ni después de la ampliación. En algunos países de la UE, los gobiernos han promovido recortes importantes de los derechos y prestaciones sociales; en varios de los nuevos países, los derechos sociales y laborales son bastante más débiles. Por otra parte, la ampliación conlleva riesgos de deslocalización empresarial y de recortes de los fondos estructurales y de cohesión.

Los sindicatos europeos exigimos el establecimiento de procedimientos de negociación europeos sobre los procesos de reestructuración empresarial y los cambios en la organización del trabajo. Así mismo, reclamamos un Presupuesto europeo suficiente que permita desarrollar las políticas de cohesión social y territorial y contribuir a que se alcancen los objetivos marcados en la Cumbre de Lisboa-2000.

Este 1º de Mayo los sindicatos europeos nos manifestaremos con unos objetivos comunes: por una Constitución europea que tenga un contenido social avanzado, por la defensa de los derechos y los sistemas de protección social que caracterizan el Modelo Social europeo y por el pleno empleo de calidad. Opinamos, con la CES, que sería muy importante que se aprobara la Constitución antes de la celebración de las elecciones europeas en el próximo mes de junio. Compartimos los objetivos, valores y derechos incluidos en el proyecto de Constitución elaborado por la Convención, aunque seguimos exigiendo que haya una mayor coherencia entre la definición de las políticas y los valores y derechos proclamados.

Las elecciones del 14-M han ocasionado un importante cambio político en nuestro país. Sus resultados ponen de manifiesto tanto el rechazo a las políticas aplicadas por la derecha y las maneras de gobernar del presidente Aznar, como el respaldo a las opciones progresistas. UGT y CCOO expresan su satisfacción por este cambio que debe dar paso a otros cambios en lo económico y social.

El crecimiento económico y del empleo durante la etapa de gobierno del PP ha tenido los pies de barro, porque no se han sentado las bases de un modelo económico sólido, fundamentado en la investigación y el desarrollo tecnológico y en la mejora de la formación de los trabajadores.

La especulación inmobiliaria, el endeudamiento de las familias, la precariedad del empleo y el deterioro de los servicios públicos también han sido rasgos de este período. UGT y CCOO apostamos porque en la nueva etapa se propicie un cambio en el modelo productivo y de desarrollo sostenible, invirtiendo en capital tecnológico, en capital humano y en infraestructuras; que se haga frente de una vez a la precariedad del empleo, reduciendo la temporalidad y la siniestralidad, las más altas de la Unión Europea; se regule la subcontratación; se garantice de verdad la igualdad entre hombres y mujeres, para los trabajadores inmigrantes y las personas con discapacidad; y se mejoren las oportunidades de los desempleados y de los jóvenes. La alternativa de futuro tiene que estar basada en el empleo de calidad, en mayor productividad y mejores salarios. Ante esta etapa de cambio progresista que se abre, queremos que la voz del trabajo sea de nuevo escuchada. Que sea una nueva etapa en la que el proyecto común suponga tanto esfuerzos colectivos como beneficios para todos.

UGT y CCOO impulsaremos el diálogo social con los empresarios y el Gobierno para llegar a acuerdos en las materias laborales y sociales, condición para que las reformas tengan respaldo social y sean eficaces. Trabajaremos para construir un modelo social de progreso que impulse la protección social, atienda las nuevas necesidades y fortalezca los servicios públicos.

 

UGT / CCOO

21 de abril de 2004

 

 

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