A la
par de la marcha en Estados Unidos en
favor de la legalización de los
inmigrantes, miles de trabajadores de
todo el mundo celebraron el 1º de
mayo por ser el Día Internacional del
Trabajador y pidieron en las diferentes
manifestaciones un salario digno.
Decenas de miles de activistas por los
derechos de los inmigrantes participaron
este jueves en una movilización en
Estados Unidos para exigir el
fin de las redadas y una reforma
migratoria que legalice a los diez
millones de extranjeros que viven en la
clandestinidad en ese país.
La movilización coincidió con el Día
Internacional del Trabajo, que se
celebra en todo el mundo menos en
Estados Unidos, y buscó
reactivar el debate sobre la reforma
migratoria integral, que fracasó en el
Congreso el año pasado a causa de la
oposición de los republicanos.
Las redadas en los centros laborales,
que en 2007 pusieron tras las rejas a
más de 4.900 personas, centraron los
reclamos de los activistas, que acusaron
a las autoridades federales de pisotear
los derechos civiles de los inmigrantes
y de separar a las familias.
Aunque con menos afluencia que en años
anteriores, la jornada de protestas
contó con el apoyo de sindicatos de los
sectores agrícola y de servicio, que
utilizan la mano de obra barata del
inmigrante.
En Washington, cerca cientos de miembros
de la Coalición 1 de Mayo marcharon
hacia las sedes de los partidos
demócrata y republicano para exigir que
los candidatos presidenciales se
comprometan con la reforma.
Los activistas, entre ellos la luchadora
social Virginia Leavell,
entregaron una carta dirigida a los
dirigentes de ambos partidos y a los
aspirantes a la Casa Blanca, (los
demócratas Hillary Clinton
y Barack Obama, y el
republicano John McCain),
en la que piden respuestas "a uno de los
asuntos de derechos civiles más
apremiantes de esta nación".
"Los inmigrantes son víctimas de
redadas, persecución y discriminación, y
hay que poner fin a eso", dijo
Leavell, coordinadora del grupo
"Mexicanos Sin Fronteras".
Los activistas recomiendan que el
Gobierno enfoque sus esfuerzos en los
empresarios que explotan a los
indocumentados.
La reforma migratoria tuvo el apoyo de
la Casa Blanca, pero quedó sepultada en
el Congreso en 2007 por falta de
consenso y el presidente George
W. Bush, a quien le quedan
sólo algunos meses para entregar el
cargo, no ha vuelto a tocar el tema.
Los aspirantes presidenciales
aprovecharon para hacer campaña con las
protestas.
Hillary Clinton prometió
acción sobre el tema "en los primeros
cien días" de su Gobierno, si gana en
noviembre próximo, mientras que Obama
instó a los manifestantes a que redoblen
los esfuerzos de inscripción de
votantes, porque "su voz es su voto".
La campaña de McCain dice que el
senador de Arizona apoya la reforma,
pero que primero quiere reforzar la
seguridad fronteriza.
Lucha laboral mundial
A la par de la marcha en Estados
Unidos en favor de la
legalización de los inmigrantes, miles
de trabajadores de todo el mundo
celebraron el Primero de Mayo por ser el
Día Internacional del Trabajador y
pidieron en las diferentes
manifestaciones un salario digno.
En París, la defensa de las pensiones y
del poder adquisitivo, y la
regularización de los trabajadores sin
papeles, dominaron los desfiles
sindicales, en los que participaron
decenas de miles de personas.
Italia celebró la fiesta con
manifestaciones en todo el país, que
estuvieron dedicadas a alertar sobre el
grave problema de las muertes en
accidentes laborales y a recordar a las
víctimas.
Desde comienzo de año, 301 personas han
muerto en un total de 270.091 accidentes
laborales, según los datos publicados
por el ente público encargado de
asegurar a los empleados en labores de
riesgo.
En Madrid, los dirigentes de los
principales sindicatos advirtieron que
no aceptarán ningún mensaje de
moderación salarial ni recorte de los
derechos sociales de los trabajadores
como consecuencia de la actual
desaceleración económica.
Al menos dos millones de rusos
participaron en manifestaciones y actos
con motivo de la "Fiesta de la Primavera
y del Trabajo", como se denomina
oficialmente la jornada, que
transcurrieron sin incidentes y tuvieron
lugar en 1.075 ciudades y poblados.
En Lisboa, el principal objetivo de las
críticas de las 40 mil personas que se
manifestaron fueron las propuestas del
Gobierno para revisar el Código del
Trabajo.
Cerca de dos millares de personas se
manifestaron en Bangkok para pedir al
gobierno de Tailandia una subida del
salario mínimo en respuesta al aumento
del precio de los alimentos básicos.
Miles de obreros marcharon en Manila y
otras ciudades de Filipinas para
denunciar sus pobres condiciones
laborales, mientras el Gobierno ofrecía
subidas al funcionariado y anunciaba
102.000 puestos de trabajo.
Decenas de miles de personas se
manifestaron en las principales ciudades
de Indonesia para celebrar el Día
del Trabajo y exigir mejores salarios,
el control de los precios de los
alimentos y el fin de las
subcontrataciones.
Tomado de
TeleSUR
2 de mayo
de 2008