Supremo Tribunal
Federal no dio amparo al coronel uruguayo requerido
Brasil denegó el "hábeas corpus"
a Cordero y
habilita su extradición |
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La negativa del máximo
órgano judicial brasileño hace inminente su detención. La
extradición fue solicitada por el juez federal argentino
Guillermo Montenegro, quien atiende la causa "Plan Cóndor".
El militar había huido de Uruguay donde era encausado por
desacato. Cordero es responsable del secuestro, tortura y
desaparición de uruguayos en la dictadura. Está implicado en
el caso Gelman y en el asesinato de los pasajeros del
segundo vuelo de Orletti.
Facsímil de la resolución del tribunal
brasileño.
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El Supremo Tribunal Federal de Justicia de Brasil denegó ayer
un pedido de hábeas corpus en el que pretendía ampararse el
militar uruguayo prófugo Manuel Cordero, y dejó habilitada
la tramitación de su inminente extradición a Argentina para
que comparezca ante la Justicia Federal por crímenes de lesa
humanidad.
El juez federal de 6º Turno, Guillermo Montenegro, pidió a
Brasil, a principios de 2005, la extradición del coronel
retirado Manuel Cordero Piacentini, para procesarlo en la
causa del "Plan Cóndor" en la que se juzga la coordinación
represiva de las dictaduras del Cono Sur en los años
setenta.
El coronel Cordero había huido de Uruguay a fines de 2004
para evitar una condena por el delito de "desacato por
ofensa" con el que lo acusó el juez penal José Balcaldi,
quien instruía contra él una causa de apología de la tortura
por su reivindicación de los apremios en una entrevista de
prensa.
El Ministerio de Justicia de Brasil ya había rechazado un
pedido de refugio que Cordero había tramitado ante el Alto
Comisionado de Naciones Unidas para el Refugiado (Acnur),
organismo internacional ante el cual argumentó ser un
perseguido político del gobierno de Tabaré Vázquez.
Un coronel prófugo
Luego de su fuga de Uruguay, el militar había sido localizado
en la fronteriza ciudad de Santa Ana do Livramento por el
activista en derechos humanos Jair Krischke, quien, con la reserva del
caso para evitar una nueva fuga, denunció su presencia a
autoridades policiales de Brasil y a la Justicia argentina.
El gobierno uruguayo, entonces presidido por Jorge Batlle,
había sabido siempre del paradero de Cordero, ya que el
entonces canciller Didier Opertti había ordenado a los
funcionarios de su ministerio que mensualmente le
autorizaran un "certificado de existencia" para que pudiera
cobrar su jubilación.
En setiembre de 2004 Cordero inició los trámites de
residencia ante las autoridades de migración de Brasil, a la
vez que solicitaba al gobierno una condición de refugiado
--que finalmente no le fue otorgada-- y aducía un mal
cardíaco que exigía una intervención quirúrgica en San
Pablo.
En febrero de 2005 la revista Caras y Caretas reveló
públicamente el escondite del militar uruguayo, lo que
generó una fuerte campaña internacional para propiciar su
extradición a Argentina o Uruguay y evitar su eventual fuga
a Paraguay, donde Cordero podría obtener el amparo de
"viejos conocidos".
Cordero, desamparado
El abogado de Cordero, Julio Martín Favero, había presentado
el recurso de hábeas corpus a favor de su defendido, como
una nueva medida dilatoria que impidiera la efectivización
de la extradición solicitada por Montenegro, que venía
siendo estudiada por el Supremo Tribunal Federal en
Brasilia.
El hábeas corpus es un tipo de recurso de amparo, surgido en
la legislación británica, por el que se solicita la
protección y defensa de una persona detenida o cuya
integridad física corre riesgos de ser vulnerada. El Supremo
Tribunal Federal de Brasil no consideró que esa situación
fuese la de Cordero.
El coronel Manuel Cordero ha sido denunciado ante la Justicia
de Argentina y Uruguay por secuestros, torturas y
desapariciones, particularmente en el centro clandestino de
represión conocido como Automotores Orletti en Buenos Aires,
donde fueron secuestrados y desaparecidos decenas de
uruguayos en 1976.
Entre esos casos se encuentran la desaparición de María
Claudia García, nuera del poeta argentino Juan Gelman, y de
un grupo de uruguayos secuestrados en Argentina a quienes en
octubre de 1976 se los trasladó en el llamado segundo vuelo
de Orletti a Uruguay, donde fueron asesinados.
Roger Rodríguez
La República
21 de noviembre de 2005
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